lunes, 23 de junio de 2014

Una oda en honor de Scarlett O'Hara

El personaje creado por Margaret Mitchell y subrayado por la producción cinematográfica de David O. Selznick ha dejado su huella en muchos de los lectores y espectadores desde hace 80 años.

Aquí tenemos un pequeño homenaje en la forma de intentar reproducir un vestido de la mayor de las chicas O'Hara, que ha impresionado de varias formas a la autora del artículo. Ellen Hoffman no deja de recordar las muchas virtudes (y vicios) del personaje que tanto la impresionó en su tierna juventud, representadas con eficacia por Vivien Leigh.

lunes, 16 de junio de 2014

Recompensa por ser Rhett Butler

David O. Selznick tenía tendencia a exasperar a todos aquellos a sus (contradictorias) órdenes, principalmente por cambiar de parecer varias veces a lo largo de unas horas, inundar a sus colaboradores y empleados con largos memorandos que podían llegar en medio de la noche, sostener opiniones irrazonables y lanzar juicios que podían llegar a herir sentimientos durante mucho tiempo; pero, al contrario de lo que sucedía con otros magnates, tenía la habilidad de no provocar demasiados odios eternos: se hacía perdonar enseguida, aunque al cabo de unos días, meses o años, volviera a ganarse la animadversión de la misma persona… y entonces el ciclo volvía a comenzar.

Clark Gable tuvo sus más y sus menos con el productor de Lo que el viento se llevó; se sentía una pieza que Selznick y Mayer movían a su antojo y no les tuvo demasiada simpatía durante y después del rodaje. Con los años, llegó a apreciar su interpretación en GWTW como una de sus favoritas, pero siempre lamentó que su participación en la película no le reportara mayores beneficios económicos. Con todo, Gable (también aguijoneado por Carole Lombard) intentó mostrarse lo más cordial posible y no causar demasiados problemas en una producción cuajada de incidentes, y Selznick supo reconocer su esfuerzo:

“Obsequio a Clark Gable con motivo de la finalización de Lo que el viento se llevó. Atlanta, 25 de diciembre de 1939. David O. Selznick”, reza la inscripción de esta pitillera de Tiffany’s que fue el regalo de Navidad del productor al intérprete de Rhett Butler.

Esta pitillera alcanzó los 20.000 dólares en la subasta que tuvo lugar en Las Vegas en marzo de 2008, a cargo de la firma Guernsey's. Antes había pertenecido a Anthony Pugliese, que había dedicado un cuarto de siglo a recopilar objetos tan cinematográficos con uno de los sombreros de la bruja de El mago de Oz, un traje completo de Supermán utilizado por Christopher Reeve, un látigo de Indiana Jones, la espada de William Wallace en Braveheart, un bastón de Chaplin…

lunes, 9 de junio de 2014

Dirk Wayne Summers, joven músico

Dirk Wayne Summers, el niño más jóven que vemos en la banda en Lo que el viento se llevó, nació el 9 de junio de 1931 en el seno de una familia donde no dedicarse a alguna faceta del mundo del espéctaculo debe de ser toda una rareza, pues su relación con la actuación se remonta al menos a una generación más allá de la de su abuelo Harry Davenport (el doctor Meade).

Este parentesco con el apreciado y veterano actor fue probablemente el que le facilitó su aparición en GWTW.

Dirk fue un buen estudiante y se convirtió en un artista polifacético: actor, director, productor, creador de bandas, guionista… y tuvo tiempo para mantener romances, más o menos duraderos, con bellas mujeres (June Allyson, Susanne Pleshette, Susan Oliver…), aunque también pasó por los tribunales en un par de ocasiones, una ellas cuando se rompió su relación con Rue McClanahan (la inolvidable Blanche de Las chicas de Oro y la intérprete de la abuela de Margaret Mitchell en el telefilme sobre la vida de la autora de GWTW).

lunes, 2 de junio de 2014

Amarla y comprenderla

La relación de Vivien Leigh con Escarlata O’Hara comenzó muy pronto, casi desde el momento en que la actriz abrió su ejemplar de Lo que el viento se llevó:

“Tenía la sensación de amarla y comprenderla, como si la hubiera conocido en persona.”

Esa impresión debió de contar mucho en su lucha contra corriente para conseguir el papel y, aunque la ilusión de haberlo alcanzado se diluyó pronto (con la sustitución de Cukor y con Olivier al otro lado del continente), Vivien notó que había algo especial entre ella y la criatura creada por Margaret Mitchell a la que había encarnado durante largos meses. Con el rodaje terminado, actriz y productor parecen proféticos:

Selznick observó que Vivien estaba llorando y se interesó por la razón de las lágrimas: “David, no vas a creerlo, pero todo lo quería era terminar con el rodaje de la maldita película. Y ahora que ya esta… tengo ganas de llorar por Escarlata. Sabes, está muerta, y hemos estado juntas de tal manera…”

“¿Muerta? ¡Y unas narices! ¡Vosotras dos seréis inmortales!”

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