lunes, 31 de diciembre de 2007

"There was a land of cavaliers..."

Es cierto que estamos en el epílogo de 2007. El año se acaba en unas horas y es de rigor desear a todos que el 2008 entre con buen pie y mejore cada día.

Pero como estamos metidos en un bucle sin fin dedicado al mundo de Lo que el viento se llevó, hoy dedicamos unas líneas al prólogo de la película, que es en sí mismo un epitafio de una época que desapareció e incluso sólo existió como un ideal, despojado de todos sus puntos oscuros y crudamente reales.

Las frases que abren la película en su versión original fueron escritas por Ben Hecht:

“There was a land
of Cavaliers and Cotton Fields
called the Old South...
Here in this pretty world
Gallantry took its last bow.
Here was the last ever to
be seen of knights and their
Ladies fair, of Master and of Slave...
Look for it only in books
for it is no more than a
dream remembered.
A Civilization gone with the wind...”


(“Hubo una vez una tierra de Caballeros y Campos de Algodón llamada el Viejo Sur... En este hermoso mundo la Galantería exhaló su último suspiro. Aquí se vieron por última vez caballeros y hermosas damas, amos y esclavos... Búsquenlo sólo en los libros, ya que no es más que un sueño recordado. Una civilización que se fue con el viento...”)

La referencia a los “caballeros” irritó bastante a Margaret Mitchell, convencida de que su historia no trataba ni mucho menos sobre “caballeros”.

El día antes del estreno, Selznick, meticuloso, cambió un punto y coma por un punto para separar las frases en “Búsquenlo solamente en los libros, pues no es más que un sueño recordado. Una civilización que se fue con el viento”.
Ya en marzo de 1938, W.C. Menzies había ideado cómo debía verse el prólogo en la pantalla, y encargó a Clarence Slifer la filmación de las nubes de fondo.

La copia de GWTW para su exhibición en España, doblada y con intertítulos en castellano, deja de lado las breves frases de Hecht y las sustituye por una larga parrafada que reza así:

“Esta historia tuvo lugar durante la guerra que en tiempos ya lejanos amenazó la existencia de los Estados Unidos de América...
En 1861, once Estados del Sur se separaron de la Gran Unión para formar una nueva entidad nacional, los Estados Confederados de América...
Las del Sur eran gentes románticas que cultivaban el algodón, rendían culto a las leyes del honor, y poseían esclavos...
La voz de Abraham Lincoln proclamando que una nación no podía subsistir siendo mitad libre y mitad esclava, hirió su orgullo y sus intereses...
Contestaron que cada Estado tenía el derecho de escoger por sí mismo su propio destino, y enviaron a sus caballerescos hijos a combatir galanamente por ese derecho...
Entre las comunidades que así desafiaron a la Gran Unión figuraba el Estado de Georgia...
Y esta historia principia con la risa de los alegres y confiados aristócratas de Georgia que veían acercarse una nueva aventura...
¡LA GUERRA!”

Y no podemos terminar el año sin aumentar nuestro archivo de referencias a GWTW: En Without Reservations (Sucedió en el tren, 1946), Claudette Colbert, autora de un éxito de ventas, recibe un telegrama del productor de la película que se basará en el libro: "Cary Grant dice que no puede hacer de Winston debido a otros compromisos. Sería una lástima, pero me he dado cuenta de que ese papel no lo debe hacer una estrella. Tiene que ser una cara nueva. Stop. Ya estamos organizando la búsqueda del actor adecuado. Será aún mayor que la de Escarlata O´Hara."


¡Feliz 2008!

domingo, 30 de diciembre de 2007

Encuentre las diferencias

Para llevar a la pantalla una novela de más de mil páginas cuya acción comprende doce años de un período plagado de acontecimientos y donde participan más de 150 personajes es necesaria una labor de adaptación que requiere la supresión de diálogos, escenas y personajes, la modificación de otros, la condensación de otros tantos...

La opinión generalizada es que este proceso se efectuó de tal forma en GWTW que “no se echa en falta nada”. Sin embargo, dejando a un lado la reducción de los personajes a lo estrictamente necesario (50 con frase), hay algunas diferencias curiosas:

  • El cambio del vestido de Escarlata en la primera secuencia. Margaret Mitchell la hace lucir el mismo modelo que llevará en la barbacoa. La primera intención de Selznick fue que llevara el vestido verde floreado en ambas secuencias y así se rodó, pero, ya al final del rodaje, se decidió a indicar que Leigh apareciera con un vestido completamente blanco para ayudar a sugerir la idea de “pureza” e “inocencia” del personaje al inicio de la historia.
  • En la novela, la boda de Escarlata y Charles se celebra el día antes del enlace de Ashley y Melania. En la película ocurre al revés, puesto que Melania dice: “Ayer, durante mi boda...”
  • El libro que Melania lee en voz alta durante la espera de las mujeres en tanto los hombres han salido a vengar el ataque de Escarlata es en la novela Los miserables de Victor Hugo, de moda en la época y llamada por los confederados Lee’s Miserables (Los miserables de Lee). Selznick, siempre atento a los detalles y a contribuir a la publicidad propia, la sustituyó por David Copperfield, aprovechando que había producido la película basada en el libro de Dickens (la adaptación más reciente de la novela de Hugo había corrido a cargo de la 20th Century Pictures).
  • El viaje en el que Rhett se lleva a Bonnie en la novela tiene como destinos Nueva Orleans y Charleston, y no Londres, como en la película.
  • En la novela, Escarlata no encuentra el cuerpo de su madre al llegar a Tara, pues ya había sido enterrada.
  • La muerte de Gerald no sucede en la novela inmediatamente después de la visita de Wilkerson para quedarse con Tara, como ocurre en la película, sino mucho más adelante. Aunque, eso sí, conserva el mismo espíritu.
  • La señora Meade recibe en la película el nombre de Caroline, pero en ningún lugar de la novela se cita su nombre de pila.
  • En la novela, es Escarlata la que se desprende en primer lugar de su anillo de casada, el símbolo de la vida aburrida a la que la muerte de Charles la había condenado. La joya no tiene ningún valor para ella y la dona con una sonrisa y cierto aire de desafío, preámbulo de lo que va a suceder a continuación. Melania observa el gesto de su cuñada, acción que considera valiente y generosa cuando no tiene nada de ello, y la imita, con un dolor en este caso real.
    En la película, la iniciativa parte de Melania y es rápidamente secundada por Escarlata, amoscada por el comentario de Rhett acerca del sacrificio de la señora Wilkes.
    En la novela, Rhett rescata sólo el anillo de Melania, sin hacer ninguna referencia al de Escarlata. En la película, agrega una posdata a su carta para indicar que incluye también el de la señora Hamilton.

¿Hay más? Invitamos a los lectores a comentar y aumentar la lista, como siempre (y esto vale para todas las entradas)

Una breve referencia con el sello de Mel Brooks. En su parodia de las películas de Robin Hood, era casi inevitable el chiste: Matthew Porretta interpreta a un particular Will Scarlet que se presenta así: “Mi nombre completo es Will Scarlet O’Hara... Somos de Atlanta” (Scarlet's my middle name. My full name is Will Scarlet O'Hara. [pause] We're from Georgia). (Robin Hood: Men in Tights, Las locas, locas aventuras de Robin Hood, 1993).

sábado, 29 de diciembre de 2007

Las cortinas de la señorita Elena

Las cortinas del salón de Tara, con las que Escarlata se confecciona un vestido que, espera, le ayude a convencer a Rhett de que le preste el dinero suficiente para pagar la contribución, ocupan un lugar preferente entre las más famosas del cine, junto con las de The Cobweb (La tela de araña, 1955) o la de la ducha de Psycho (Psicosis, 1960); en The Sound of Music (Sonrisas y lágrimas, 1965) y en Enchanted (Encantada: La historia de Giselle, 2007), se apela al mismo recurso que empleó Escarlata para darles un nuevo uso a las cortinas.

De terciopelo verde musgo, a juego con la alfombra sobre la que habían dormido los soldados al término de la guerra; su madre les había tenido mucho cariño, pero Escarlata no duda en arrancarlas con barra y clavos. Los patrones de Elena que dormían en el ático y la habilidad de todas las mujeres de Tara hicieron el resto en la novela, y la de Walter Plunkett y James Forney corrió pareja en la película: el terciopelo fue envejecido convenientemente para que se notara el paso de los años y el efecto de la luz solar sobre el tejido.

Uno de los episodios más recordados de The Carol Burnett Show (El show de Carol Burnett) es el fragmento titulado Went With the Wind (76), en el que se parodia Lo que el viento se llevó. En cierto momento, Burnett, que interpreta a "Starlett", preocupada porque "Ratt" Butler vuelve a "Terra" y ella no tiene nada que ponerse. La vemos descender las escaleras luciendo un vestido verde esmeralda que sólo pudo salir de las cortinas que hemos visto unos momentos antes, sobre todo teniendo en cuenta que "Starlett" arrastra tras de sí el riel. "Ratt" le hace un cumplido acerca del vestido y ella contesta: "Lo vi en la ventana y no pude resistirme" (Un juego de palabras, ya que "window" puede tomarse tanto como por "ventana" como por "escaparate").


Sin perder el buen humor, nos vamos a la biblioteca para nuestra referencia del día: Beverly West y Nancy K. Peske, en El mundo al revés (Ediciones B, Colección Tiempos modernos, Barcelona, 1997), no sólo "arreglan" unos cuantos finales trágicos de famosas novelas, sino que titularon su libro Frankly Scarlett, I Do Give a Damn!: A Parody : Classics Romances Retold, dándole la vuelta a la última frase de Rhett.

jueves, 27 de diciembre de 2007

Hay mucha nieve en Virginia

Sidney Howard es el único guionista que aparece en los créditos, pero todos sabemos que Selznick puso a trabajar a muchos escritores en Lo que el viento se llevó tanto antes como durante el rodaje de la película. Los dos directores principales, George Cukor y Victor Fleming siempre fueron partidarios de utilizar el material que Howard había dejado: su última versión es de septiembre de 1937 y es la que, con ciertos retoques, se utilizó.

Entre la larga lista de colaboradores en el guión encontramos a Francis Scott Fitzgerald. El autor de El gran Gatsby no tuvo demasiada suerte en su experiencia cinematográfica. Fue contratado por varios estudios a finales de los años 30, realizó tratamientos de historias y escribió guiones, pero muy pocos llevaron su firma, como en el caso de GWTW; su colaboración no satisfacía a los productores y era rechazada o modificada hasta dejarla irreconocible incluso para el propio Fitzgerald.

Su paso por GWTW fue muy breve y coincidió con el también efímero trabajo en el guión por parte de Donald Ogden Stewart, a principios de 1939. Encorsetado por la orden de Selznick de no utilizar más palabras que las que se encontraban en la novela, Fitzgerald se limitó a pulir lo que los escritores anteriores habían producido; casi todas las referencias a su labor en la película tienen como eje las secuencias del permiso de Navidad de Ashley, donde sugirió cortar todo el diálogo cuando los Wilkes se retiran a su habitación bajo la celosa mirada de Escarlata.

Una acotación de Stewart y Fitzgerald que rezaba aproximadamente “la tía Pitty revolotea caprichosamente por la habitación”, causó las iras de Selznick, que no veía cómo se podía representar de manera gráfica tal indicación. Fitzgerald intentó demostrárselo “con mi trasero balanceándose de un lado a otro, pero eso sólo logró hacerle reír más”, comentó el escritor. Los dos fueron despedidos en el plazo de unas horas.

De la colaboración de F. Scott Fitzgerald en el guión de Gone With the Wind apenas perdura una frase en la película: “Los nuestros van descalzos y hay mucha nieve en Virginia”, que Ashley pronuncia desolado en la secuencia en que se despide de Escarlata al final de su permiso navideño.


Para nuestra referencia del día nos vamos a Irlanda, la patria de Gerald O'Hara y donde se desarrolla la acción de la película The Playboys (1992), cuya protagonista se llama Tara, por cierto; los miembros de una compañía teatral ambulante deciden hacer la competencia al primer aparato de televisión del pueblo, y, después de inspirarse en un cine cercano donde se proyecta Lo que el viento se llevó, improvisan en el escenario su propia versión con hilarantes resultados.

martes, 25 de diciembre de 2007

Cukor desvela un secreto

El 25 de diciembre de 1938 el director George Cukor ofrecía una fiesta de Navidad a la que asistía un selecto grupo de amigos del mundo del cine. Vivien Leigh estaba convencida de que Selznick y Cukor ya habían decidido quién iba a interpretar a Escarlata, y ella tenía la corazonada de que la elegida era Katharine Hepburn.

En un momento dado, Cukor llevó a Leigh aparte y le dijo que la decisión estaba tomada: "Supongo que tendremos que arreglárnoslas contigo". Con esta broma indicaba que Vivien era la ganadora en una carrera que se había iniciado más de dos años atrás. Pero la elección no iba a ser hecha pública hasta unos días más tarde, e incluso las quinielas continuaron hasta que se dio a conocer de manera oficial y a los cuatro vientos el 13 de enero de 1939.

Una buena lectura para empezar a saber cosas sobre Lo que el viento se llevó es el nº 15 de la colección Programa Doble editado por Dirigido. Javier Coma comenta en el mismo volumen The Adventures of Robin Hood (Robin de los bosques, 1938), así que el placer es doble.


La referencia del día nos lleva a la muy bien surtida biblioteca de Gómez Addams, en la que, al abrir cada volumen, sucede algo relacionado con su título o argumento. Al hacer lo propio con Lo que el viento se llevó, surge un viento huracanado.

lunes, 24 de diciembre de 2007

Un brindis con Madeira

Los personajes de Lo que el viento se llevó no vivían unas felices Navidades. Las penurias de la guerra se dejaban sentir tanto en Tara como en Atlanta, pero la inefable tía Pitty se las arregló un año para servir una inolvidable comida navideña a sus huéspedes, Escarlata, Melania y, sobre todo, Ashley, que volvía del frente con permiso y al que le esperaban, como regalos de las dos mujeres que le amaban, una nueva chaqueta de uniforme por parte de su esposa y un fajín amarillo (que no se entere Rhett de que estaba hecho con un pañuelo que le había regalado a Escarlata).

Tío Pedro pasó un mal rato bajo la lluvia, persiguiendo al "último gallo de Atlanta" para que se lo comieran los amos y la señorita Hamilton repartió lo que quedaba del vino de Madeira de su padre, que a su vez lo había heredado de su tío, el Almirante Wilbur Hamilton de Savannah, que se había casado con su prima, Jessica Carroll, de Carrollton, etc...

La buena tía Pitty nos ha guardado un poquito para que podamos brindar para que nuestras fiestas sean más felices que las que ellos pasaron, así que alcemos nuestras copas mientras suena, como en la banda sonora de la película, el villancico anglosajón Hark, the Herald Angels Sing.

Para nuestra referencia del día volvemos de nuevo al cine y a Imitation of Life (Imitación a la vida, 1959), donde Lana Turner (Lora Meredith) y John Gavin (Steve Archer) discuten sobre si ella debe ir a Italia a interpretar una película, cuya protagonista es "El mejor papel desde Escarlata O'Hara". Debemos recordar que una joven Lana rodó una prueba para Escarlata, pero su inexperiencia la descartó casi de inmediato.

domingo, 23 de diciembre de 2007

El mejor regalo de 1938 estaba en camino

El 23 de diciembre de 1938 la oficina de Myron Selznick, el agente hermano del productor, solicitó a Londres (la base de operaciones de Alexander Korda) que les enviara el contrato de Vivien Leigh. Korda ya estaba en Los Ángeles, para pasar las fiestas con Merle Oberon, así que las negociaciones pudieron ponerse en marcha con encuentros personales entre todas las partes.

Todo estaba decidido y, a la vez, todo estaba en el aire. Había que pulir aún muchos detalles, y uno de ellos afectaba a la imagen pública de la posible Escarlata. Vivien Leigh y Laurence Olivier estaban enamorados, sí, pero estaban casados con otras personas. Por lo tanto, nada de vivir juntos y a expensas de dar pie a un jugoso artículo periodístico. Olivier se quedó en el hotel (hay quien dice que pasó a compartir domicilio con Leslie Howard... pero parece que Howard también tenía un "arreglo doméstico" similiar), y Vivien se mudó a una casa en Beverly Hills, acompañada de Sunny Alexander, que sería su mano derecha hasta que terminó el rodaje.

Decíamos en una entrada anterior que parece que se ha escrito todo sobre Lo que el viento se llevó. Efectivamente, la bibliografía sobre la novela y la película es muy extensa y aumenta cada día, ofreciéndonos diferentes puntos de vista desde las más variadas disciplinas. Reservaremos también un espacio para dar cuenta de los títulos que complementan la lectura y el visionado y de los que no somos más que un humilde apéndice sin mayores pretensiones que informar y entretener.

David O. Selznick's Hollywood, de Ronald Haver es un perfecto regalo navideño para cualquier Windie, un magnífico repaso, con excelente material gráfico, de la carrera del productor. La parte dedicada a Lo que el viento se llevó es excelente (incluso se ha editado por separado en forma de libro: David O. Selznick's Gone With the Wind) y ha sido la base para el documental sobre la producción de la película. Por el momento no se ha editado en español, aunque algún que otro libro sobre la película no tiene reparos en traducir directamente párrafos del volumen de Haver sin citarlo siquiera en la bibliografía.

La referencia de hoy la encontramos en la película Four Weddings and a Funeral (Cuatro bodas y un funeral, 1994): El personaje de la hermana de Charles se llama Scarlett, y, en un momento dado, explica: "Como Scarlett O'Hara, pero sin tantos problemas".

sábado, 22 de diciembre de 2007

Vivien rueda su última prueba

El 22 de diciembre de 1938 Vivien Leigh rodaba su última prueba de pantalla para optar al papel de Escarlata. Esa misma noche el productor David O. Selznick y su esposa Irene repasaron una y otra vez el metraje acumulado durante las anteriores semanas.

Selznick tomó su decisión, esta vez definitiva... ¿o no? Quedaban todavía muchos extremos que concretar, aunque se había recorrido un largo camino desde que, este mismo día de 1936, Tallulah Bankhead rodara su primera prueba para el papel (fue la primera actriz famosa en hacerlo, aunque Louise Platt había inaugurado la lista en septiembre).

En esta última prueba Leigh estaba acompañada por Douglass Montgomery, que estuvo entre los candidatos para interpretar a Ashley Wilkes antes de que Leslie Howard se hiciera con el papel. George Cukor se encargó de la dirección y Ernest Haller fue el director de fotografía.


Nuestra referencia de hoy a Lo que el viento se llevó la encontramos en la novela Maldad bajo el sol, de Agatha Christie, publicada en 1941. Poirot encuentra la obra de Margaret Mitchell entre los libros de uno de los personajes.

viernes, 21 de diciembre de 2007

Despidos y vampiros

El 21 de diciembre de 1939 no fue un buen día para el crítico de cine del Daily Worker, el periódico del Partido Comunista. Según la dirección, había sido demasiado tibio con la película (recién estrenada), quizás influido por su ascendencia sureña, así que fue despedido.

Saltamos al año 1994 y a la película Interview with the vampire (Entrevista con el vampiro), para encontrarnos con una referencia a GWTW: el vampiro que interpreta Brad Pitt cuenta que el cine le permite contemplar de nuevo los amaneceres, que, por su condición, tiene prohibidos. En la pantalla se suceden imágenes de varios amaneceres cinematográficos famosos, y, entre ellos, vemos la secuencia en la que Gerald le recuerda a Escarlata que "la tierra es lo único que permanece", casi al principio de Lo que el viento se llevó.
Es una bonita referencia, aunque en ese momento esté anocheciendo en Tara.

jueves, 20 de diciembre de 2007

Por el camino de Tara

71 años han pasado desde la publicación de la novela Gone with the Wind (Lo que el viento se llevó) y 68 desde el estreno de la versión cinematográfica; en todo este tiempo libro y película han generado muchas historias y anécdotas.

Sí, parece que ya se ha escrito todo sobre ello ¿verdad?... Pero los "Windies" (nombre afectuoso que reciben los aficionados a GWTW) gustan de compartir la información...

Lo que el viento se llevó ha dejado huella en todos los medios. Vamos a dar nuestros primeros pasos por el camino de Tara rastreando las referencias en libros, películas, canciones...

Una de las primeras: en la película A Yank at Oxford (Un yanqui en Oxford, 1937), el tutor de Robert Taylor le pregunta: "¿Qué está usted leyendo?", Taylor responde: "Lo que el viento se llevo, pero voy por la mitad". Como curiosidad, Vivien Leigh, la mismísima Escarlata O'Hara, tenía el segundo papel femenino en la película. Taylor quedó tan encantado con ella que la recomendó a la MGM cuando volvió del rodaje en Inglaterra.

Si algún amable lector quiere aportar cualquier referencia que haya encontrado, será muy bienvenido, al igual que cualquier curiosidad sobre Lo que el viento se llevó que le intrigue. Intentaremos darle la mejor respuesta posible y aprender un poco todos los días sobre la novela, la película y el cine clásico en general.

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