lunes, 25 de agosto de 2014

Bésame, Escarlata

Raro sería que faltara Lo que el viento se llevó en una lista dedicada a elegir buenos (o malos) momentos en el mundo del cine. Y, por supuesto, no falla en aparecer en la relación de los mejores o más recordados besos de la pantalla. Ahí la encontramos, codo con codo con diferentes versiones del beso a lo largo de la historia cinematográfico, desde ¡Que bello es vivir! a Titanic, pasando por Casablanca.

lunes, 18 de agosto de 2014

En todas partes sopla el viento

Andrés Meixide, creador de Thom, no es inmune a la “fiebre escarlata”, como ya hemos visto, y deja patente lo enraizadas que están frases y situaciones de Lo que el viento se llevó en la cultura popular:

En noviembre de 2009 el dibujante nos recuerda que los problemas financieros e inmobiliarios de Escarlata O’Hara todavía están presentes en el mundo actual.

lunes, 11 de agosto de 2014

Una cita con 1001 películas

Puede no ser la mejor película del mundo ni la preferida por cualquier lector, pero Lo que el viento se llevó se ha ganado, en 75 años, el puesto entre las 1001 películas que uno debería ver antes de cambiar radicalmente de sala.

Este vídeo nos ofrece una visión rápida, unos diez minutos, de las mil y una cintas escogidas. Gone with the wind aparece, aproximadamente, a los 6:30 de este elaborado montaje.

lunes, 4 de agosto de 2014

Doris Warner recibe negativas

Antes de que la Selznick International se hiciera con los derechos de adaptación al cine de la novela de Margaret Mitchell, los estudios de Hollywood y sus respectivos departamentos de lectura mostraron diferentes grados de interés por Lo que el viento se llevó; aunque sólo fuera por hacerse con el material para que nadie más tuviera acceso a él, casi todas las productoras formularon una oferta en cuanto les llegó la sinopsis o simplemente un rumor de que había una historia muy interesante a punto de publicarse.

Hubo algunas negativas que poco a poco se transformaron en pujas crecientes o, al revés, un elaborado cortejo de la agente encargada de la negociación que al final quedó en nada, y maniobras que quedaron cortadas de raíz.

Entre estas últimas se cuenta el acercamiento a GWTW de Doris Warner, hija de Harry y sobrina de Jack, en su papel de lectora para la Warner Bros., que consiguió una opción de dos semanas sobre la novela e intentó convencer a los hermanos para que la compraran.

Como sus esfuerzos con los Warner no tuvieron éxito, ni tampoco con su marido, Mervyn LeRoy, ni con la RKO, Doris se decidió a probar con una de las actrices mejor pagadas de la época y con mejor sentido comercial, Constance Bennett.

No sabemos a qué hora empezó, pero eran las tres de la mañana cuando Doris acabó de contarle el argumento a Constance, una hora en la que cualquier idea, como la de invertir 25.000 dólares en comprar los derechos de una novela inédita, puede parecer magnífica. De momento, Constance parecía interesada en poner la mitad de los 50.000 que se pedían por Gone With the Wind, pero luego, tal vez tras unas horas de sueño reparador, le pareció demasiado arriesgado.

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