viernes, 27 de diciembre de 2013

No fue Melanie

Tiene razón el comentario de nuestro lector: la pérdida reciente de Joan Fontaine. Pero también la tuvo el fallo técnico de nuestro sistema, que nos impidió la conexión normal en aquellas fechas...
Así que le dedicamos ahora unas cuantas líneas. Más información sobre su vida, artística y puramente humana, la podemos encontrar en su autobiografía No Bed of Roses o en Joan Fontaine: A Bio-Bibliography, por Marsha L. Beeman.
Aunque algunas fuentes colocan a la hermana de Olivia de Havilland entre las candidatas a Escarlata, la propia Joan relata que acudió a la llamada de Cukor pensando que tenía posibilidades para Melania; no consiguió encarnar ni a una ni a otra, pero sugirió el nombre de su hermana para el papel (un rasgo de generosidad bastante singular, puesto que es de dominio público que ambas nunca se han llevado muy bien, para decirlo suavemente); su error estuvo en presentarse elegantemente vestida, zorros plateados incluidos, lo que la descalificó ante Cukor: "¡Demasiado sofisticada! Melania tiene que ser una sencilla chica sureña del montón!" (con cierta malicia, podríamos pensar que lo de "sencilla" y "del montón" llevó a Joan a pensar en Olivia, aunque más tarde concedió que su hermana había hecho una Melania magnífica).
A Joan (1917-2013), que no obstante se desenvolvía muy bien en papeles de mujeres tímidas y recatadas, le esperaba Cukor en The Women (Mujeres, 39), y la inolvidable protagonista de Rebecca (Rebeca, 40), producida por Selznick y la primera de sus dos colaboraciones con Hitchcock; con la segunda, Suspicion (Sospecha, 41), conseguiría el Oscar a la mejor actriz, batiendo a su hermana, propuesta por Hold Back the Dawn (Si no amaneciera, M. Leitsen, 41).

lunes, 16 de diciembre de 2013

Toque de novela negra

Una vez más nos lleva de la mano Sue Grafton con otra de las aventuras de Kinsey Millhone,P de Peligro: “Es como la mansión de Lo que el viento se llevó, pero sin las tierras, con grandes columnas blancas en la fachada.”

lunes, 9 de diciembre de 2013

No se la llevó el viento

"Un reducido número de actrices británicas de su generación podría compararse con la intensidad con la que Vivien Leigh interpretó a mujeres atormentadas, dañadas emocionalmente", señala este artículo dedicado a  la intérprete de Scarlett O'Hara en la ocasión de su  centenario.
Gavin Lambert, guionista de La primavera romana de la señora Stone y escritor sobre la vida de Vivien, comenta "ella deslumbraba cuando estaba ante una cámara, era vital y confidente. Sabía cómo graduar sus efectos y, de plano largo a primer plano, cómo comunicarlos sin palabras."

miércoles, 4 de diciembre de 2013

Bart se inspira en Rhett



En el episodio “Stealing First Base” ("Picos robados"), de The Simpsons, se nos regala un largo beso entre Bart y Nikki. Hacen referencia a 13 películas y 2 series, y, entre las primeras, a Gone With the Wind. Temporada 21, episodio 456.

lunes, 25 de noviembre de 2013

Personajes (XVIII)

Los Calvert eran una familia del Condado de Clayton, vecinos de los O’Hara. Habitaban la plantación llamada Pine Bloom.
El padre, Hugh Calvert, había enviudado hacía más de unos quince años y se había casado con la institutriz de sus hijos, que tenía la “desgracia” de ser yanqui y que nunca pudo adaptarse ni comprender las costumbres del lugar. El señor Calvert murió en la batalla del Wilderness (5 y 6 de mayo de 1864, al noreste de Virginia).
El avance del ejército de la Unión dejó sin esclavos ni ganado a la plantación. Sólo las súplicas de la señora Calvert y del capataz yanqui, Hilton, consiguieron que los soldados no quemaran también la casa, alegando que no eran simpatizantes de la Confederación.
Al término de la guerra, la “segunda señora Calvert”, como acostumbraban referirse a ella en el Condado, vuelve al Norte con sus hijos pequeños; sus hijastros Cade, Raiford y Cathleen nunca le habían demostrado mucha simpatía.
Cade había sido uno de los pretendientes más serios de Escarlata. Luchó en la guerra y acompañó a Ashley en su permiso de Navidad, en 1863, calzado con unas botas demasia-do pequeñas y tosiendo sin cesar. Saldrá vivo de la contienda, pero la tuberculosis acabará con él.
Raiford, compañero de juegos de Escarlata y buen bailarín, se había “fugado de casa” con ella cuando niños, aunque tuvieron que regresar porque les asustaba la oscuridad y tenían hambre. Fue nombrado primer teniente de la Milicia del Condado, porque era muy querido por todos; perdió la vida en Gettysburg (1 al 3 de julio de 1863, al sur de Pennsylvania).
Los Calvert, con la excepción de Cathleen, quedaron reducidos en la versión cine-matográfica a pasearse por Doce Robles y mostrar la debida indignación cuando Rhett suelta unas cuantas verdades en el comedor de la mansión. Las pruebas de vestuario muestran que a Eric Alden se le adjudicó el papel de Raif, y a David Newell el de Cade.

lunes, 18 de noviembre de 2013

Lecciones de moda por Escarlata O'Hara

Un nuevo paseo por el vestuario de Scarlett O'Hara en Lo que el viento se llevó. Con un toque de humor en los comentarios que apoyan el desfile de las imágenes como referente a la moda.

miércoles, 13 de noviembre de 2013

El viento en Madrid

El 13 de noviembre de 1926 el rey Alfonso XIII inauguró el Palacio de la Música, cine en la Gran Vía de Madrid donde se estrenaría Lo que el viento se llevó el 17 de noviembre de 1950.
Fue diseñado por el arquitecto Secundino Zuazo, como un edificio destinado a ofrecer una doble sensación de música y otras actividades artísticas. La única pantalla podía ser contemplada por 1.868 espectadores, distribuidos en la sala al pie y en las cabinas.
El cine se abrió en 1926, con la proyección el 14 de noviembre de la película The American Venus, y estuvo funcionando hasta finales de 1986, cuando se decidió cerrarlo, cosa que sucedió en 1988.

martes, 5 de noviembre de 2013

Cien años de Vivien Leigh

Hoy Vivien Leigh habría soplado las cien velas, pues se corresponde con su centenario cumpleaños. Pero el destino la reclamó antes y ni su familia, ni sus amigos, ni los aficionados al cine pudieron disfrutar de su presencia real más allá de los cincuenta y pico años.
Por suerte, para los fanáticos del cine clásico, todavía podemos gozar del carácter de la intérprete de Escarlata O'Hara en varias de las películas, adaptadas al video.

lunes, 28 de octubre de 2013

Una subasta más

El próximo 25 de noviembre (dentro de un mes, más o menos) se celebrará una subasta repleta de ofertas del recuerdo cinematográfico y, entre ellas, se saca al mejor postor un vestido llevado por Vivien Leigh pero apenas conocido por los espectadores de Lo que el viento se llevó.
Se trata del traje/prenda íntima lucido por Escarlata O'Hara en el momento en que su hija Bonnie realiza una prueba hípica, y que no vemos por completo por ir por debajo de una bata hecha de zorro.
En la subasta se efectuarán también pujas por elementos de Casablanca y la más moderna Batman Vuelve. La firma que organiza el evento se llama Bonhams, en Nueva York.
Y un tirón de orejas a los autores del artículo de El Mundo que citamos, por contribuir al aumento de la lista de errores y gazapos nombrando a una tal Scarlatta y un tal Red Butler, a los que se añade un tal Claude Reins...

lunes, 21 de octubre de 2013

La madre de los desmadres

En "Hot Shots" (1991) no faltan las alusiones a una multitud de películas más o menos clásicas. Y encontramos, no podíamos dudarlo, una referencia a Gone With the Wind, una especie de parodia de "bata roja-escaleras":
“No es tan fácil, Ramada. Esta noche no podrás rechazarme”, afirma el protagonista, Charlie Sheen. Aunque se caen por las escaleras y no llegan arriba...

lunes, 14 de octubre de 2013

En el extremo de los dedos

Noticias fechadas a mediados de julio de 1937 indican que un estudiante ciego, Raymond Williams, de 25 años y en la Universidad de Mississippi, estaba pasando Gone With The Wind a Braille y que estimaba que ocuparía 16 volúmenes y unas 1800 páginas, y que con la ayuda de un lector, podía transcribir unas cincuenta páginas al día, por lo que tendría el trabajo terminado en un mes, aproximadamente.

lunes, 7 de octubre de 2013

Recuerdos de una época dorada

La curiosidad de un cotilla cinematográfico no tiene límites, y menos si los detalles vienen directamente de un participante principal en una productora. Es el caso de Marcella Rabwin, que firma Yes, Mr. Selznick, una colección de recuerdos de su trabajo en la época principal de la productora de Selznick y, por lo tanto, de Lo que el viento se llevó.

miércoles, 2 de octubre de 2013

Volar con el viento

A principios del mes de octubre de 1936, tres reporteros parten para dar la vuelta al mundo en medios aéreos al alcance del público en general. Primera etapa, en el Hindenburg, de Nueva York a Francfort; Leo Kiernan llevaba en su equipaje, además del cepillo de dientes y una muda, un ejemplar de Lo que el viento se llevó.

lunes, 23 de septiembre de 2013

Personajes (XVII)

"...sus ojos cayeron sobre un desconocido, solo en el vestíbulo, que la miraba fijamente con tan fría impertinencia que despertó en ella un sentimiento mixto de placer femenino por haber atraído a un hombre y de turbación porque su vestido era demasiado escotado. No le pareció muy joven: unos treinta y cinco años. Era alto y bien formado. Escarlata pensó que no había visto nunca a un hombre de espaldas tan anchas ni de músculos tan recios, casi demasiado macizo para ser apuesto. Cuando sus miradas se encontraron, él sonrió mostrando una dentadura blanca como la de un animal bajo el bigote negro y cortado. Era moreno, y tan bronceado y de ojos tan ardientes y negros como los de un pirata apresando un galeón para saquearlo o raptando a una doncella. Su rostro era frío e indiferente; su boca tenía un gesto cínico mientras sonreía, y Escarlata contuvo la respiración. Notaba que aquella mirada era insultante y se indignaba consigo misma al no sentirse insultada. No sabía quién era, pero sin duda alguna aquel rostro moreno revelaba una persona de buena raza. Aquello se veía en la fina nariz aguileña, en los labios rojos y carnosos, en la alta frente y en los grandes ojos."



Así aparece Rhett Butler en la novela, a través de la mirada de Escarlata en la fiesta en Doce Robles; Frank Kennedy mantenía con él relaciones comerciales y le había invitado a acompañarle al condado de Clayton. En la película, una atenta observación nos permite descubrir a Gable con unos segundos de antelación a ese famoso plano suyo al final de la escalera: pasa justo detrás de Frank y Escarlata y con toda probabilidad tiene ocasión de escuchar el descarado flirteo, lo que le hace detenerse para observar con mayor detenimiento a aquella muchacha tan especial.

Cathleen Calvert nos da las primeras pistas sobre el misterioso visitante: expulsado de West Point por disoluto y pendenciero y de su casa de Charleston a los 20 años por ne-garse a casarse con una joven con la que salió de paseo hasta el anochecer sin carabina. Más tarde averiguaremos que de la fiebre del oro en California en 1849 pasó a Suramérica, Cuba y Centro América y que se le atribuyen actividades de tráfico de armas y de jugador profesional.

Rhett cumple todos los requisitos de oveja negra de una buena familia y aparenta ser un individuo despreocupado al que únicamente interesa su propio beneficio. No será hasta muy avanzada la historia cuando descubramos, por propia confesión suya, que es capaz de amar con denuedo y que su corazón no es tan insensible como Escarlata ha creído durante largo tiempo.

La dureza externa es a menudo una capa que protege a la persona de los innumerables golpes de la vida. Rhett ha aprendido a reírse de todo y a conocer los hilos con los que manejar a los demás: a la par que se enriquece burlando el bloqueo, no deja nunca de llevar regalos a aquellos que en un momento u otro pueden serle útiles. Sabe cambiar de bando a tiempo y lo hace de una forma honrosa en apariencia, quizás en un arrebato de sincera culpabilidad que le honra, cuando se une al ejército confederado, o cuando en bien del futuro de su hija retorna a ser el caballero sudista que su familia hubiera deseado.

Su temperamento de jugador no puede resistir el reto que Escarlata significa: enamorada de otro hombre (o eso dice), Rhett se dispone a plantarle cerco en una operación que durará años, pero que resultará a la postre un fracaso. Quizás le divertía más la lucha que la rendición. En todo caso, su desilusión es grande al comprobar que todo el amor y pasión que siente por Escarlata no halla respuesta en ella. Intenta transferirlo a su hija Bonnie, que sí es capaz de devolverle el cariño que le da; pero cuando la niña muere, Rhett sabe que ha llegado la hora de recoger la baraja:

“no era ya la cabeza de un joven príncipe pagano en oro recién acuñado, sino la de un César de cobre, cansado, y decadente y gastado por el prolongado uso”.

Rhett es un hombre formado cuando comienza la historia, joven todavía, de gran presencia física y elegante porte, que encuentra gran diversión en soltar verdades y comportarse de manera contraria a la esperada. La autoridad establecida dice que él no es un caballero; “pues bien”, parece haberse dicho, “no seré un caballero”.

Es la conducta típica de los que han perdido algo que consideraban importante: renegar de todo y de todos, burlarse de los que dictan las normas y de los que las siguen, crear un mundo propio y unas reglas propias. En eso Rhett se parecía a su abuelo pirata. Margaret Mitchell efectúa esa comparación en su novela, y no cuesta mucho imaginar a Rhett en la cubierta de un galeón, los ojos negros brillantes y la sonrisa burlona pintada en el rostro de Gable (o de Flynn, que encarnaba a la perfección esa faceta del personaje, aunque no su mundo interior).

Pero, como decimos, Rhett no deja de tener corazón y de comportarse en ocasiones como se esperaba de un hombre criado en el Sur, en la tradición de Charleston. Enemistado con su padre, “lo que se llama un distinguido y viejo caballero, de la antigua escuela, es decir, ignorante, testarudo, intolerante...”, mantiene la relación con su madre y con su hermana, a quienes intenta ayudar durante la guerra y la reconstrucción a pesar de que su progenitor le ha prohibido que lo haga. Sabe tratar a los niños y a las personas de edad, y admira incondicionalmente a Melania, la única persona a la que confiará sus torturas en dos momentos en verdad difíciles.

A los cuarenta y cinco años, Rhett se ha cansado del juego. Se ha comportado como la gente esperaba que lo hiciera una oveja negra, cumpliendo el papel que le habían asignado. Ahora, se dispone a vivir la vida que quizás había deseado siempre, en busca de esa simetría, esa perfección y esa tranquilidad que no le habían permitido encontrar. Después de todo, no se puede vivir peligrosamente toda una vida...

Rhett encarna en GWTW la masculinidad más tipificada y el modelo del hombre nuevo que surge de la guerra de Secesión, en contraposición con el personaje de Ashley, que representa con matices a la anterior generación.

Butler posee un físico atractivo y un carácter violento e iconoclasta. Es independiente, activo, tiene un pasado incierto plagado de aventuras y experiencia, posee educación y cultura pero no las usa a menudo, es buen negociante y prospera a costa de los demás, pero es generoso cuando quiere; habla de sus deseos sexuales sin tapujos, bebe, fuma, cabalga y es buen tirador...

Pero a esta acusada virilidad se añade también una mayor amplitud de miras en su relación con las mujeres, a las que concede la posesión de la inteligencia: en concreto a Escarlata, a quien permite continuar con sus negocios hasta que vislumbra la posibilidad de perderla. Le habla con franqueza, olvida los miramientos tradicionales y la coloca en su mismo plano, buscando quizás más una compañera de aventuras que la pasiva figura femenina al uso. Rhett ejerce de protector cuando Escarlata ha ido demasiado lejos, no antes: no tiene reparo en dejarla abandonada a su suerte en el camino de Tara, porque sabe que ella se las arreglará perfectamente. Si se hubiera tratado de Melania, con seguridad habría permanecido con ella todo el trayecto.

Un detalle acerca de Rhett llama la atención de las señoras de Atlanta: su amplio conocimiento de las modas femeninas, su buen gusto para el vestir y su facilidad para dar consejos al respecto. No estaba bien que un hombre supiera de aquellos temas y que no tu-viera reparo en hablar de ello; el mismo Rhett se encarga en ocasiones de escoger el vestuario de Escarlata, a quien considera carente de gusto, y su mayor preocupación mientras está en la cárcel yanqui es que le permitan tomar un baño.

Si Escarlata se desvía del modelo de madre establecido, Rhett hace lo propio con el de padre, alterando así el prototipo: asume muchas de las tareas atribuidas a una madre cuando decide labrar el futuro de Bonnie, suple las carencias de su esposa en ese terreno y transmite a su hija el amor que no puede darle a Escarlata y que Bonnie acepta y devuelve.

En la novela, la escritora nos muestra en varias ocasiones a Butler en su trato con los niños propios y ajenos (sin olvidar a su misterioso pupilo); se preocupa por los problemas de Wade y Ella, juega con los críos…

La llegada al mundo de Bonnie Blue también nos facilita la visión de una faceta que diferencia a Rhett del resto de sus contemporáneos en semejante trance: En una sociedad en la que engendrar niñas se suponía un menoscabo para la virilidad del progenitor y que el esposo deseaba ante todo y sobre todo un varón que continuara su estirpe, no hay hombre más feliz en Atlanta que Butler cuando Melania (en la novela) le anuncia que es padre de una criatura del sexo femenino:

“¿Quién quiere un niño? Los chicos no son ninguna diversión; no son más que un manantial de preocupaciones. Las niñas sí que son un encanto; no cambiaría yo ésta por una docena de chicos”. Y entonces ha querido coger a la niña, desnuda como estaba; pero yo le agarré por la muñeca y le dije: “¡Ya verá, señorito Rhett! Ya llegará el día en que tenga usted un niño y entonces le veremos gritar de alegría”; pero hizo una mueca y movió la cabeza diciendo: “Mamita, está usted loca, los chicos no sirven para nada; yo soy buena prueba de ello”.

Aunque le hace recomendaciones sobre el vestuario, le presta pañuelos y calma sus agitados sueños, pocas veces Rhett actúa como un padre para Escarlata, un rasgo que le diferencia del resto de los maridos de su época, caracterizados como protectores y guías de las indefensas damas.

Sin embargo, hay un momento en que Gerald y Rhett se unen en uno mismo para Escarlata: cuando, asustada y al borde de la histeria se apoya contra Rhett mientras formula su vehemente deseo de ir a Tara y huir de Atlanta sitiada, Escarlata percibe el aroma a coñac, tabaco y caballos que tanto le gustaba en su padre y que instintivamente le había gustado en los demás hombres.

lunes, 16 de septiembre de 2013

Segundas partes

Terenci Moix, en "Máscaras Alejandrinas: "Rebeca de Winter", dentro de País Semanal 147, 12-12-93, sobre las posibles segundas partes de Rebeca y GWTW:
"Y los finales de Rebeca y Lo que el viento se llevó tenían, cuando menos, la virtud de lo irrepetible. En el caso de unas segundas partes, tengo la sensación de que Rebeca, como Escarlata O'Hara, regresan disfrazadas de lagarteranas... (...) alarmante crisis de imaginación que sacude a la literatura universal, aun en los aspectos del simple consumo."

lunes, 9 de septiembre de 2013

Más libros con viento

Una nueva mirada a la bibliografía que nos llevó por unos momentos a Lo que el viento se llevó nos acerca a Siempre nos quedará París. El cine y la condición humana, escrito por José Pablo Feinmann.
Es un libro que nos lleva a encontrar varias películas y su relación con algunas cualidades humanas, desde el capitalismo, en este caso, al nazismo, de La caída de los dioses, pasando por el poder, a través de El rey león. Es un resumen de algunas de sus intervenciones en un programa audiovisual.
Feinmann es un escritor argentino que nació después de GWTW, filósofo y que ha publicado más de veinte títulos, algunos de ellos dedicados al cine.

lunes, 2 de septiembre de 2013

Homenaje a Evelyn Keyes

El Museum of the Gulf Coast, en el sureste de Texas, recoge, desde hace unos días, un recipiente con las cenizas de Evelyn Keyes, una de las hermanas O'Hara, que falleció en 2008.

martes, 27 de agosto de 2013

¿Lo leería Jane Austen?

Este blog indica que sí, que Jane Austen no pondría dificultades a la hora de abordar la novela Lo que el viento se llevó. Mejor dicho, es la autora del blog la que certifica que le gustan tanto la obra de Margaret Mitchell como la película, producida por David O. Selznick.
"Todo amor, traición, sufrimiento, odio, celos, heroísmo, bondad,..." resume de manera hábil la trama de la novela de la escritora de Atlanta, y da pista de alguna de las atracciones al lector.

lunes, 19 de agosto de 2013

Fragmentos de Vivien Leigh

El próximo otoño, según advierten, se podrá disfrutar de una exposición dedicada a Vivien Leigh, la intéprete de Scarlett O'Hara en Lo que el viento se llevó. Los herederos de la actriz, recordada también por Un tranvía llamado Deseo, Un yanqui en Oxford, El puente de Waterloo, han cedido al Victoria and Albert Museum cartas, fotografías, diarios personales y guiones que fueron propiedad de Vivien Leigh.

lunes, 12 de agosto de 2013

Breve relato

Jay Allen, corresponsal que fue capturado por los nazis y estuvo en prisión cuatro meses, sólo le puso una objeción a Lo que el viento se llevó: “Demasiado corta”.
Allen, que realizó crónicas sobre la Guerra Civil Española, trabajaba desde 1940 para la North America Newspaper Alliance y había conseguido la primera entrevista con Petain tras su toma de poder en Francia. Los alemanes le atraparon cuando intentaba pasar a la zona no ocupada sin la autorización correspondiente y con documentos que “ponían en peligro la seguridad de Francia”.

lunes, 5 de agosto de 2013

Se citó con Clark Gable

Entre las candidatas a interpretar a Scarlett O'Hara destacan varios nombres ilustres, de los que siempre es interesante leer y aprender un poco más de lo que creemos saber.
Por ejemplo, Paulette Goddard, en la biografía que firman Joe Morella y Edward Z. Epstein titulada Paulette: The Adventurous Life of Paulette Goddard. Es un acercamiento a su vida y carrera, para darnos a conocer a la actriz.

jueves, 1 de agosto de 2013

La fórmula de Rhett Butler

Una investigación concreta da por resultado que el famoso Frankly, my dear... encabeza la lista de las frases más afortunadas del Séptimo Arte.

lunes, 22 de julio de 2013

Dinero de 1939 en adelante

De vez en cuando se realizan listas sobre cualquiera de las consecuencias que logra una película, su director, sus actores, sus auxiliares técnicos... En esta ocasión se trata del dinero recaudado por las películas clásicas, y nos encontramos con varias conocidas; entre ellas, faltaría más, Lo que el viento se llevó.

lunes, 15 de julio de 2013

Turno de lectura

Nada mejor que las horas veraniegas, en buena medida vacacionales para unos cuantos, para disfrutar de la lectura. Y nada mejor si en esa lectura nos encontramos una breve referencia a GWTW.
Es el caso de la página 98 de "La Reina de la Remolacha" , de Louise Erdrich: “Me mantenía delgada, con la cintura de cincuenta y siete centímetros de Vivien Leigh,” Capítulo 5 (datado en 1950,  escrito por Sita Kozka).

lunes, 8 de julio de 2013

Leer y releer

David O. Selznick's Hollywood, por Ronald Haver.

Lo que el viento se llevó/Robin de los Bosques, por Javier Coma.

Memo from David O. Selznick, de Rudy Behlmer.

Selznick's Vision: "Gone With the Wind" and Hollywood Filmaking, de Alan David Vertrees.

The Complete "Gone With the Wind" Trivia Book, por Pauline Bartel.

Margaret Mitchell's "Gone With the Wind" Letters, 1936-1949, compilado por Richard Harwell.

Road to Tara, por Anne Edwards. (Biografía de Margaret Mitchell)

George Cukor, por Patrick McGilligan.

"Gone With the Wind" on Film: A Complete Reference, por Cynthia Marylee Molt.

A Child of the Century, de Ben Hecht. (Autobiografía)

Margaret Mitchell and John Marsh: The Love Story Behind "Gone With the Wind", por Marianne Walker.

They Still Call Me Junior, de Frank Coghlan, Jr. (Autobiografía)

Long Live the King, por Lyn Tornabene. (Biografía de Clark Gable)

Vivien Leigh, de Hugo Vickers. (Biografía actualizada en 2008)

The King: A Biography of Clark Gable, por Charles Samuels.

A Quite Remarkable Father, por Leslie Ruth Howard. (Biografía de Leslie Howard, por su hija)

Showman: The Life of David O. Selznick, por David Thomson.

Margaret Mitchell of Atlanta, de Finis Farr.

Stuntman, por Yakima Canutt. (Autobiografía)

Feminidad y mascarada en "Lo que el viento se llevó" y "Jezabel", de Eva Parrondo-Coppel.

Narración, tiempo y cohesión del relato en “Gone With the Wind”, de Vicente J. Benet.

Vivien: la vida de Vivien Leigh, por Alexander Walker.

The Filming of “Gone with the Wind”, por Herb Bridges.

Hollywood Be Thy Name, por William Bakewell. (Autobiografía)

Hattie: The Life of Hattie McDaniel, por Carlton Jackson.

*Hattie McDaniel: Black Ambition, por Jill Watts.

Tara Revisited, por Malcolm Vance.

The Oliviers, por Felix Barker.

Hitchcock y Selznick, por Leonard J. Leff.

The Complete "Gone With the Wind" Sourcebook: The Complete Guide for Every Fan, por Pauline Bartel.

Looking for Tara: The "Gone With the Wind" Guide to Margaret Mitchell's Atlanta, de Don y Kay O’Briant.

*In Search of My Father, por Ronald Howard. (Biografía de Leslie Howard, por su hijo)

Strange Tales of "Gone With the Wind", de Norman Shavin y Austin McDermott.

The Story of "Gone Wind the Wind", por Bob Thomas.

Selznick: The Man Who Produced "Gone With the Wind", por Bob Thomas.

The Selznick Players, de Ronald Bowers.

Scarlett O’Hara’s Younger Sister y *I’ll think about that Tomorrow, por Evelyn Keyes. (Autobiografías)

A Celebration of "Gone With the Wind", por Adrian Turner.

George Cukor, por Augusto M. Torres.

Backstory. Conversaciones con guionistas de la Edad de Oro, por Pat McGilligan.

Scarlett’s Women. “Gone With the Wind” and its Female Fans, por Helen Taylor.

Lo que el viento se llevó, Fascículo 1 de la colección Cine & Música, de Salvat.

The Private Diary of Scarlett O’Hara, de Cathy E. Crimmins y Thomas Maeder.

The Irish Roots of Margaret Mitchell's "Gone With the Wind", por David O’Connell.

Lo que el viento se llevó, Aymá, 11ª Edición, Barcelona, 1978; Ediciones B, Barcelona, 1992; Pan Books, 1988.

El vuelo de Ibis, por José Rey-Ximena. (Sobre los últimos días de Leslie Howard).

Crowning Glory: Reflections of Hollywood’s Favorite Confidant, por Sydney Guilaroff. (Autobiografía)

The Official "Gone With the Wind" Companion: The Authorized Collection of Quizzes, Trivia, Photos- And More, por Stephen J. Spignesi.

Million Dollar Legends Margaret Mitchell and "Gone With the Wind", de Norman Shavin y Martin Shartar.

White Columns in Hollywood: Reports from the "Gone With the Wind Sets", por Susan Myrick.

*Victor Fleming, de Michael Sragow.

*Butterfly McQueen Remembered, por Stephen Bourne.

“Gone With the Wind” Literary Study Guide (MaxNotes) a cargo de Gail Rae Rosensfit.

**Now Is The Time, por Olivia de Havilland.

*The Making of a Classic: The Story of Margaret Mitchell and Gone With the Wind, de Sally Tippet Rains.

Technical Advisor: The Hollywood Journals of Wilbur G. Kurtz, editado por Richard Harwell.

Light of a Star: Vivien Leigh, por Gwen Robyns.

Southern Daughter. The Life of Margaret Mitchell, por Darden Asbury Pyron.

Literary Reflections: Michener on Michener, Margaret Mitchell, Ernest Hemingway, Truman Capote, and Others, por James Michener.

Vivien Leigh: el alma de Scarlett, por Serge Mafioly.

Laysen, la isla perdida, por Margaret Mitchell.

Crazy Sundays F. Scott Fitzgerald in Hollywood, por Aaron Latham.

Love Scene: Story of Laurence Olivier & Vivien Leigh, por Jesse L. Lasky.

*The Faces of Hollywood, por Clarence Sinclair Bull.

*The Man Who Shot Garbo: The Hollywood Photographs of Clarence Sinclair Bull, con texto de Terence Pepper y John Kobal.

*Bonnie Blue Butler A Gone With The Wind Memoir, por Cammie King. (Autobiografía)

Gone With The Wind as Book & Film compilado por Richard Harwell.

Gable and Lombard, por Warren G. Harris.

Traigan los caballos vacíos, por David Niven.

*Frankly My Dear: “Gone With the Wind” Revisited, por Molly Haskell.

On the Road to Tara: The Making of "Gone With the Wind", por Aljean Harmetz.

*The Secret of the Belles, de Kathy Witt.

The Tara Treasury: A Pictorial History of “Gone with the Wind”, de Gerald Gardner y Harriet Gardner Modell.

Scarlett, Rhett and a cast of Thousands: The Filming of “Gone With the Wind”, por Roland Flamini.

Vivien Leigh: a biography, por Anne Edwards.

Victor Fleming: Via Col Vento, por Paola Cristalli.

*Scarlett’s Buried Secret: The Sad But True Story Behind Margaret Mitchell’s "Gone Wind the Wind”, por Kenneth Baumgardt.

Se las llevó el viento, por Elisa Agulló. (La búsqueda de la intérprete de Scarlett O'Hara)

Gigantes del Cine. Actores y Actrices de Leyenda. Ganaron el Oscar, Albert Galera

Mujeres de cine. 360º alrededor de la cámara, coordinado por María Caballero Wangüemert, incluye un capítulo dedicado a GWTW, elaborado por Alfonso Méndiz.

Cien bandas sonoras en la historia del cine, por Roberto Cueto.

Vivien Leigh Paper Dolls, por Tom Tierney.

Autant en emporte le vent, por Margaret Mitchell. La novela, en francés.

Toyland. Made in USA, por Nuria Simón y Guillem Medina.

Estudio de las formas de tratamiento y de la cortesía en la novela "Gone with the wind", de Margaret Mitchell, por María Rosa Cabellos Castilla.

Margaret Mitchell's Models in Gone With the Wind, por Samuel J. Hardman.


*Todavía no lo hemos leído.
**Próxima publicación.

lunes, 1 de julio de 2013

Olivia de Havilland, cumpleaños 2013

Pasan los años para Lo que el viento se llevó y también para algunos de sus intérpretes todavía sobrevivientes; es el caso de Olivia de Havilland, la imperecedera Melanie Hamilton, que celebra cumpleaños hoy.

lunes, 24 de junio de 2013

Lo que el viento se llevó de la novela

El marido de Margaret Mitchell pasó un comunicado a la editorial MacMillan en el que se refería a los capítulos que no iban a imprimirse, pero que habían formado parte de la novela antes de ser enviada a los editores.
John Marsh mencionó la parte de 30 páginas dedicada a relatar el préstamo de Rhett Butler a Hetty Tarleton para que comprara nuevos caballos para la familia que dirigía su madre; un capítulo que versaba sobre el ataque de Sherman a Atlanta; unas ocho páginas que narraban el regreso de Mammy a Tara y otras tantas centradas en la tía Pitty lamentando sus pérdidas en la guerra; se suprimió también el detalle de describir a una chica sureña al principio de Lo que el viento se llevó y se condesaron las secciones dedicadas a personajes secundarios después de la guerra.

lunes, 17 de junio de 2013

Dos secuencias para un intérprete

Mickey Kuhn recuerda dos importantes secuencias con él que presentaron pequeños problemas al rodarse.
No tenía más que decir "Hola, tío Rhett", cuando Gable hacía su aparición en la escena para saludar a los niños, pero le resultó inevitable saludarle con un "Hola, tío Clark", que fastidió las tres primeras tomas. El chiquillo se temía la reprimenda por parte del director, Fleming, y de su madre, pero el actor se lo llevó a una esquina y le dijo: "Tienes razón: mi nombre es Clark. Pero, hoy, en esta película me llamo Rhett." La cuarta toma salió perfecta.
La toma restante tenía que ver con el dolor del pequeño ante la muerte de su madre, Melanie, y el director recurrió a la sugerencia de que pensase en la posible muerte de su madre verdadera y en la de su perro. Como Mickey lloró de manera conveniente en la primera toma, el director quiso contentarle haciendo lo que el crío deseara: darle un golpe, en esta ocasión. La escena fue plasmada por un fotógrafo y repartida entre los admiradores de Mickey Kuhn.

lunes, 10 de junio de 2013

No me hable de beneficios

El productor ofreció un porcentaje de los beneficios en lugar de un sueldo de director a Victor Fleming, que, no muy inspirado, le dijo: "No sea idiota, David. Esta película va a ser uno de los elefantes blancos más grande de la historia".
No tenemos ni idea de los números que se manejan con Lo que el viento se llevó, así que no nos atrevemos a decirle que no al señor Fleming, pero... se invirtieron en la película unos 4 millones de dólares y las primeras cifras de 1939, tras su estreno el día 15, hablaban de 20 millones de dólares recaudados en las taquillas.

lunes, 3 de junio de 2013

El viento soplaba en Atlanta

Un nuevo paseo por nuestra librería nos lleva a un nuevo volumen que recomendamos. Lo firma Samuel J. Hardman y se titula "Margaret Mitchell's models in Gone With the Wind" (Los modelos de Margaret Mitchell en Lo que el viento se llevó").

A lo largo de sus páginas se trata de demostrar que Mitchell se basó en figuras reales para la creación de sus personajes y que muchas de las viviendas a las que se hace referencia existieron en Atlanta en aquellos años de la guerra hasta mitad de los años 30.

lunes, 27 de mayo de 2013

Un soldado en Tara

Auxiliares del Departamento del Gran Ejército de Ohio enviaron a la productora una protesta que recogía la queja sobre la muerte de un soldado de la Unión en el interior de Tara. Protestaban por mostrar al soldado como un ladrón, un libertino y un merodeador, y recordaban las órdenes de no entrar en domicilios privados.
Para tratar de evitar mayores críticas, la productora dotó al intérprete de un uniforme no reconocible que no permitiera designarlo directamente como un jinete de la Unión.

lunes, 20 de mayo de 2013

Imágenes imperecederas

Han pasado ya más de 100 años desde que nació el cine y, en este transcurso, ha habido tiempo y lugar para elegir las imágenes más recordadas. En esta lista no podía faltar Lo que el viento se llevó, que está acompañada con referencias a otros nombres ilustres de las pasadas décadas, compartiendo el lugar con Lumiére, Meliès, Chaplin, Griffith, Welles, Curtiz...

lunes, 13 de mayo de 2013

Enlaces rotos por el viento

Un rodaje tan largo como el de Lo que el viento se llevó da pie a una multitud de anécdotas; unas positivas y fundamentales para la historia general del cine clásico, y otras no tan positivas o que no tienen importancia para la vida de nadie.
En la segunda parte encontramos la relación entre de Havilland y Hughes, que no progresó. El multimillonario propuso matrimonio a Olivia durante el rodaje de Gone with the Wind, pero, eso sí, cuando él cumpliera los 50 años (algo que tendría lugar en 1955) y Olivia le dedicara mientras tanto su atención y dejara de trabajar.
De Havilland le dijo que no, aunque siguieron viéndose a lo largo del rodaje, hasta que Hughes, en una fiesta, le pidió matrimonio a otra mujer: en junio de 1939 Howard Hughes se declaró... a Joan Fontaine.

lunes, 6 de mayo de 2013

Seguimos leyendo sobre "Lo que el viento se llevó"

Hoy nos acercamos a "Estudio de las formas de tratamiento y de la cortesía en la novela “Gone with the Wind”, de Margaret Mitchell", una obra de María Rosa Cabellos Castilla que nos propone el estudio de los tratamientos entre los personajes en el trabajo de Mitchell.
Se trata de un estudio que se divide en dos partes. La primera se centra en la cortesía, que nos muestra las relaciones que entablaban los personajes principales, en inglés. La segunda habla de la popularidad de la novela.

miércoles, 1 de mayo de 2013

Ray Rennahan, director de fotografía

La experiencia de Ray Rennahan con el Technicolor fue de gran ayuda en la fotografía de GWTW. Su puesto oficial fue el de “director de fotografía asociado”, fundamentalmente en todo lo dirigido por Menzies, así como los planos generales de “el incendio de Atlanta”.

Con la llegada de Ernest Haller y el deseo de Selznick de lograr colores más agresivos, el equipo de fotografía decidió tomar riesgos y apartarse de las directrices que la prudente Technicolor imponía, y Rennahan, que en teoría debía defender los intereses de la compañía propietaria del nuevo sistema, se alineó de buena gana con los transgresores.

Rennahan, que nació el 1 de mayo de 1896 en Las Vegas, ya experimentara con el color desde los años 20, como en The Ten Commandments (Los diez mandamientos, 1923) y Whoopee!, y era considerado un experto en el sistema. Fue el director del fotografía de La Cucaracha, el primer corto rodado en Technicolor de tres colores, y colaboró en Becky Sharp(La feria de la vanidad, 1935), el primer largometraje.

Tras demostrar en GWTW las posibilidades del color, Rennahan continuó con obras tan señeras como Blood and Sand (Sangre y arena, 1941); con For Whom the Bell Tolls (Por quién doblan las campanas, 1943) abandonó la compañía para iniciar su carrera como director de fotografía independiente y rodó, entre otras, Lady in the Dark (Una mujer en la penumbra, 1944), Duel in the Sun (Duelo al sol, 1946) o Unconquered(Los inconquistables, 1947).

A finales de los años 50 se retiró del cine para trabajar en la televisión, sobre todo en series ambientadas en el Oeste, el género al que pertenecían también sus últimas películas, no muy distinguidas pero donde siempre se puede encontrar el toque de Rennahan para el “uso dramático del color” por el que tanto habían suspirado Selznick y Menzies y que alcanzó su mayoría de edad en Gone With the Wind. Falleció el 19 de mayo de 1980.

lunes, 22 de abril de 2013

De Selznick a Warner

Aconsejado por sus abogados especialistas en impuestos, David O. Selznick vendió sus intereses en Lo que el viento se llevó a Whitney (que no habría querido vendérselos a él), por 2 millones de dólares.
Más tarde, Whitney y su hermana lo vendieron todo a MGM, con ganancias. La MGM obtuvo la propiedad completa de GWTW y Selznick no obtuvo dinero de los enormes beneficios que consiguió la película.
Turner Entertainment vendió sus derechos sobre Gone With The Wind a Warner.

lunes, 15 de abril de 2013

Desde Italia...

lunes, 8 de abril de 2013

Homenaje juguetero a Lo que el viento se llevó

Al repasar, una vez más, el contenido de la biblioteca cinéfila, nos encontramos con Toyland. Made in Usa, dedicado al repaso de los cientos de muñecas que han inspirado a lo largo de las pasadas décadas a los fabricantes de juguetes del otro lado del océano.
Y, entre esos personajes con nombre y sin nombre, no podían faltar Escarlata O'Hara y una buena parte de sus compañeros en Lo que el viento se llevó. Nuria Simón y Guillem Medina han elaborado una excelente relación de muñecas que sirve de recordatorio a sus usuarios y a los que no usan el juego, pero sí les interesa el detalle.

lunes, 1 de abril de 2013

Tara y otros toques en Irlanda

Una entrada reciente nos recuerda el más reciente pasado de los O'Hara: la tierra de Irlanda, en Europa, que no deja de estar presente en la vida de Scarlett de diferentes maneras.

lunes, 25 de marzo de 2013

Exhibición sobre el viento

El viento sopla en Carolina estos días, en forma de exhibición de materiales sobre Lo que el viento se llevó en el N.C. Museum of History en Raleigh.
En la página que nos habla del final de la exposición Real to Reel a mitad del próximo mes de abril podemos ver algunas de las piezas: el vestido del ataque en Shantytown, el último traje que lleva Bonnie Blue, la máquina de escribir empleada por Sidney Howard para el guión... todos los objetos parecen estar en propiedad de James Tumblin, coleccionista de renombre.
Se complementa la exhibición con el documental The Making of a Legend: Gone with the Wind y también se pueden ver muñecas diseñadas por Peter Ballard sobre varios personajes.

martes, 19 de marzo de 2013

Antes de que sople el viento

Después de Lo que el viento se llevó ya conocemos lo que pasó, en la forma de la serie televisiva Scarlett.
Pero lo que no se ha planteado todavía es la "primera parte" de la historia, los acontecimientos previos a la Guerra Civil o lo que aconteció en Atlanta y alrededores o en Irlanda los años anteriores al crecimiento de Escarlata O'Hara y gente a la que conoció. Eso es lo que se adivina cuando se habla de "previo" relato, como el que se presenta en este cartel, "Antes de que llegue el viento", acompañado de varias películas más con anuncio anterior al planteamiento que conocemos y admiramos.

lunes, 11 de marzo de 2013

Doble visionado

La Rosa de Alejandría”, de Manuel Vázquez Montalbán. Página 222: “…luego se trasladó al salón del vídeo adonde Martín había preparado el pase de Lo que el viento se llevó.
-¡Qué guapa era esta tía, la Vivien Leigh! ¡En cambio la Olivia de Havilland no valía ni un pimiento!
–Aún vive.
–Pues imagínate cómo estará ahora. A mí nunca me había gustado Olivia de Havilland, era como una niña o como una madre. Te la encuentras en una isla desierta, en pelota, y no te la tiras porque te da un respeto, una cosa, no sé. (…)
–Pero qué morbo tiene esta mala puta, la Vivien, que me voy a hacer una paja esta noche en su honor.
Ginés se durmió en el instante en que Leslie Howard, el frío Ashley Wilkes, vuelve a casa herido de un balazo, fingiéndose borracho, como Clark Gable, Ret (sic) en la película. Página 227: Cenaron los oficiales entre silencios, bostezaron ante el segundo pase de Lo que el viento se llevó…”

martes, 5 de marzo de 2013

George Meeker, capitán que juega al póquer

George Meeker se deja sobornar por el prisionero Butler, al igual que sus colegas oficiales jugadores de cartas, con la complicidad del excelente secundario que era. Nació el 5 de marzo de 1904, ya contaba con amplia experiencia dramática, pues se dedicó al oficio al terminar sus estudios secundarios y participó en varias obras de teatro hasta que decidió dedicarse plenamente al cine con la llegada del sonoro.
Alto, robusto, no mal parecido, Meeker, muy popular en la vida social de Hollywood y gran jugador de polo, se especializó en ser el tercero en discordia y en llevarse la peor parte en las historias románticas y en los asuntos criminales. Pero lo hizo con elegancia a lo largo de toda la década de los 30, para ir pasando poco a poco de coprotagonista a secundario, de secundario a personaje con frase… hasta su retiro en 1951. Falleció en 1984.

Back Street (1932), Mr. Smith goes to Town (El secreto de vivir, 1936), Stella Dallas (1937), Marie Antoinette (María Antonieta, 1938), High Sierra (El último refugio, 1941), Casablanca (1942), The Ox-Bow Incident (Incidente en Ox-Bow, 1943)...

lunes, 25 de febrero de 2013

El Oscar ganado por Hattie McDaniel

Los ganadores del Oscar hacen bien agarrando la estatuilla mientras agradecen el premio, como hemos percibido una vez más en la edición que corresponde a 2012; porque existe el riesgo de perder la estatuilla y no volver a verla, que es lo que sucede con el galardón conseguido por Hattie McDaniel por interpretar a Mammy en Lo que el viento se llevó.
En aquella época, los actores secundarios no recibían una estatua, sino una placa conmemorativa, pero la apreciaban con el mismo nivel. Cuando Hattie vio llegar el final de su vida, cedió la placa a la Howard University, en Washington D.C., donde quedó expuesta una temporada en la sección de artes plásticas, pero desapareció tal vez a finales de los años 60 o comienzo de la década de los 70.
Se barajan varias posibilidades: que se cambiara de sitio la placa, que alguien se la llevara, o que, al tratarse de una placa en lugar del Oscar tradicional no se le haya seguido la pista.

miércoles, 20 de febrero de 2013

Susan Myrick, asesora sureña

Para intentar que Lo que el viento se llevó tuviera en la pantalla el mayor sabor sureño posible y que las licencias que se tomaba Hollywood no fueran demasiado escandalosas en cuanto a acentos, usos y costumbres, Margaret Mitchell recomendó como asesora a pie de cámara a Susan Myrick, una periodista a la que había conocido en 1928 y con la que había forjado una buena amistad.


Susan Dowdell Myrick nació el 20 de febrero de 1893; a su trabajo periodístico (en el Macon Telegraph, al que estaría unida medio siglo) hay que sumar también su dedicación al teatro de aficionados, la pintura, la educación física y la lucha por la conservación de la naturaleza. La posición de árbitro en cuestiones sureñas en GWTW la convirtió también en una oradora muy solicitada, para que contara sus experiencias durante el rodaje (ampliando las columnas que había enviado desde Hollywood) en conferencias y convenciones.

Myrick continuó escribiendo sobre los más variados temas hasta muy poco antes de su muerte, en 1978.

jueves, 14 de febrero de 2013

Viajar es un placer...

Hoy es el día de San Valentín, patrón de los enamorados...
...y pocos enamorados encontramos paralelos a los de Lo que el viento se llevó, que secunda la lista elaborada por este blog tras la magnífica historia de Casablanca, donde los personajes viajan, en la película, menos que los que van de Tara a Atlanta y viceversa, pero son tan memorables como Rhett, Scarlett, Melanie y Ashley .

martes, 5 de febrero de 2013

Favorita para el público... en aquella época

En 1989 se consultó al público para conocer cual era su película favorita. Gregory Peck la presentó en su 50º aniversario: Gone with the Wind. Y Olivia de Havilland recogió el recuerdo de tal elección, nombrando en su presentación a gente muy importante en la producción  y agradeciendo al público su elección.

lunes, 28 de enero de 2013

Emotividad

Los más de 200 minutos que podemos ver cuando se nos ofrece Lo que el viento se llevó recogen las diversas emociones que experimentan los protagonistas. Algunas de ellas las muestra esta página web, y sólo recoge las de Vivien Leigh y Clark Gable, que no es poco...

miércoles, 23 de enero de 2013

David Newell, "Cade Calvert"

A David Newell (23 de enero de 1905-25 de enero de 1980) se le adjudicó el papel de Cade Calvert, tal y como muestran las fotografías de pruebas de vestuario. Podemos verle entre los otros caballeros en el comedor de Doce Robles.
Sus papeles se habían ido reduciendo en envergadura a lo largo de los años 30: Imitation of Life (Imitación de la vida, John M. Stahl, 1934), History is made at night (Cena de medianoche, F. Borzage, 1937), Dark Victory (Amarga Victoria, E. Goulding, 1939), hasta culminar en The Letter (La carta, W. Wyler, 40), donde el director le hizo rodar varias veces por las escaleras, asesinado por su amante, para conservar en el metraje final un plano el que sólo se ven sus pies.
Newell abandonó el trabajo de actor a mediados de los años 50, como producto de las lesiones de un accidente de automóvil, y pasó a encargarse del maquillaje en varias producciones de cine y televisión.

lunes, 14 de enero de 2013

Un hombre pegado a un pelo

No podía faltar Clark Gable en esta galería, y mucho menos si se hace referencia a Lo que el viento se llevó. Se trata de un bigote cuidado y representativo no sólo de Rhett Butler, sino del propio Gable, que lo llevó (¡y como lo llevaba...!) durante casi toda su vida adulta.

lunes, 7 de enero de 2013

Recaudando

Desde Yahoo! nos informan del éxito del que todavía disfruta Gone With the Wind, al menos en la categoría de reunir fondos conseguidos en las taquillas, desde 1939. Eso sí, su billón seiscientos mil dólares no queda ya muy lejos de la segunda clasificada, La Guerra de las Galaxias.

jueves, 3 de enero de 2013

De Lugo a Atlanta

Un breve relato periodístico de hace unos días en La Voz de Galicia nos cuenta sobre el contacto entre la autora, la novela y la película, que ya dura años... La acción de Margaret Mitchell se une a la vida del abuelo, y la casa donde se cultivaron las aventuras de Escarlata y compañía todavía recuerda aquellos momentos.
Sólo un pequeño error en el artículo: el rebautizo de Butler, que no es Red (el Rojo)...

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