lunes, 31 de agosto de 2009

La luz que se quedó en Atlanta

Se necesita ser un verdadero experto en antigüedades o en utilería cinematográfica para discernir la autenticidad de muchas de las piezas desperdigadas por los cuatro puntos cardinales y cuyos propietarios proclaman que proceden de los decorados de Lo que el viento se llevó.

No dudamos de la palabra de nadie, y menos de los regentes de la Georgia Tech (Instituto Tecnológico de Georgia, la universidad pública), que es la propietaria del hermoso edificio denominado actualmente Historic Academy of Medicine, en Atlanta.

En su rotonda interior cubierta cuelga otra de las lámparas de cristal de Bohemia que tanto se prodigaron en la adaptación al cine de la novela de Margaret Mitchell. Podemos hacer una visita virtual al lugar en esta página y no tenemos más que mirar hacia arriba.

domingo, 30 de agosto de 2009

Cole Porter vuelve al viento

Volvemos al catálogo de canciones de Cole Porter para encontrar otra referencia a Lo que el viento se llevó; en este caso, en la comedia musical Panama Hattie, que se estrenó a finales de 1940 y que se trasladó al cine en 1942.

En la canción Let’s be Buddies (Seamos camaradas), tras una primera parte cantada, los personajes de Hattie y Jerry, que están intentando conocerse con vistas a convertirse en madrastra e hijastra, intercambian unas frases:

Jerry: Oh, I hate those noisy old chimes.
Hattie: Well, instead then we'll go to see Gone With The Wind.
Jerry: But I've already seen it four times.

(Jerry: Oh, odio esas ruidosas campanas.
Hattie: Bueno, entonces iremos a ver Lo que el viento se llevó.
Jerry: Es que ya la he visto cuatro veces.)

sábado, 29 de agosto de 2009

Lista de bajas (XXIII)

En 1984 perdimos a las siguientes personas relacionadas con Lo que el viento se llevó:

Max Arnow, 82. (Cazatalentos; Reparto)

Yola D’Avril, 77. (Una de las “chicas” de Belle; secuencia suprimida)

John Lee Mahin, 82. (Guión)

Paul Ivano, 84. (Fotografía)

George Meeker, 80. (Capitán jugador de póquer)

Richard Van Enger, 70. (Ayudante de montaje)

Dorothy Fargo, 67. (Doble de Escarlata en “el incendio de Atlanta”)

Armando Seguso, 87. (Creador de los primeros carteles publicitarios)

viernes, 28 de agosto de 2009

"Go Down, Moses"

Escarlata huye del hospital bastante harta de sus obligaciones como enfermera. En medio del caos de la población que escapa de la ciudad se distingue un coro de voces potentes que entonan Go Down, Moses (Desciende, Moisés).

Son los esclavos, cedidos por sus amos al ejército, que van a reforzar las defensas de Atlanta. Entre ellos Escarlata encuentra varias caras conocidas y detiene la formación para una breve conversación con los esclavos de Tara; luego reanudan la marcha y el cántico.

Se trata de un espiritual negro, tomado de una canción popularizada primero por los esclavos que conseguían escapar y luego entre todos ellos como una tonada de trabajo y de anhelo por la libertad; está basada en el texto bíblico del Éxodo, que se refiere al mandato de Dios a Moisés para que fuera a Egipto a liberar a los israelitas esclavizados, y el paralelismo es obvio:

“When Israel was in Egypt's Land,
Let my people go,
Opressed so hard they could not stand,
Let my people go.


Go down, Moses,
Way down in Egypt's Land.
Tell ol' Pharoah,
Let my people go.”

(“Cuando Israel estaba en Egipto,
deja marchar a mi pueblo
Tan oprimido que no podían soportarlo,
Deja marchar a mi pueblo.

Desciende, Moisés,
A la tierra de Egipto.
Dile al viejo faraón:
Deja marchar a mi pueblo.”)


jueves, 27 de agosto de 2009

La tarea titánica de un prisionero

La caída de Haile Selassie y la llegada al poder de Mengistu Haile Mariam a mediados de los años 70 del pasado siglo llevaron a Etiopía un tiempo turbulento en el que la represión política alcanzó altas cotas de arbitrariedad, violencia y crueldad.

Nebiy Mekonnen estudiaba Química y se oponía al nuevo régimen; fue arrestado por tercera vez y, tras una terrible tortura para que diera nombres, le enviaron a prisión. Allí “heredó” parte del equipaje de otro cautivo, ejecutado.

Los carceleros habían pasado por alto un ejemplar de Lo que el viento se llevó en inglés. Los prisioneros que conocían el idioma acordaron pasarse el único libro del que disponían en turnos de una hora al día cada uno.

Mekonnen había terminado su tercera lectura completa de GWTW cuando decidió traducirlo al amárico (el idioma mayoritario en Etiopía) para no perder sus conocimientos de inglés y alejar su mente de las penurias de la prisión y de su futuro incierto. Así todos los prisioneros podrían entretenerse de alguna manera con la historia de Escarlata O'Hara.

No fue una tarea fácil: no disponía de papel y lo único con lo que podía contar era con las envolturas de los paquetes de cigarrillos (al final utilizó unas 3.000... y él no fumaba). Cada vez que terminaba una hoja, se la leía a sus compañeros, que se las llevaban consigo cuando eran liberados o transferidos. Muchos de ellos le cedían su hora de lectura para que pudiera trabajar más deprisa y no tener que esperar a la siguiente entrega para enterarse de cómo continuaba la novela.

Mekonnen salió de prisión en 1985 y pudo reunir poco a poco su ingente y dispersa obra. Cuando se dispuso a publicarla, la censura del país quiso que se suprimiera la palabra que significa “esclavo”, en amárico, porque también designa de modo despectivo a los habitantes del sur del país, pero el paciente traductor argumentó que Lo que el viento se llevó no es Lo que el viento se llevó si no se menciona la esclavitud, y su trabajo de años vio por fin la luz.

Nebiy Mekonnen se convirtió en un afamado escritor y director de periódicos.

miércoles, 26 de agosto de 2009

Personajes (III)

Tres personajes de la novela Lo que el viento se llevó comparten el nombre de Amos, y ninguno de ellos aparece en la versión cinematográfica:

Un esclavo de Tara, encargado de las labores de carpintería y cuidado de los carros.

Un criado de los Bonnell, una familia de Atlanta amiga de Pitty.

Y un amigo de Rhett en Atlanta, al que Butler felicita con su ironía característica por haber conseguido una contrata del Estado por medio de sobornos.

martes, 25 de agosto de 2009

Opulencia posparto

Una semana de reposo tras el parto sirve a Escarlata para recuperar todo su esplendor (y carácter) y poder quejarse de que su hija acapara toda la atención.

Mientras Rhett muestra su chaladura por la todavía Eugenia Victoria a punto de ser rebautizada como Bonnie Blue, podemos admirar el camisón de batista, de manga larga, con botones de madreperla en los puños y un volante fruncido en el cuello, que Vivien Leigh luce bajo una mañanita de organdí plisado azul claro con las mangas adornadas con tres franjas también de organdí, cuello de gasa plisada en azul claro, y rematada de cordón de satén azul claro. Los puños, la parte central, el cuello y el fondo de la mañanita están rematados con plumas de marabú blancas.

lunes, 24 de agosto de 2009

Gable se rinde a Rhett Butler

El 24 de agosto de 1938 Gable estampaba su firma en el contrato para interpretar a Rhett Butler en Lo que el viento se llevó.

Clark había estado a la cabeza de la lista de candidatos desde el principio y, aunque la batalla no fue tan encarnizada como la que se organizó para obtener el papel de Escarlata, sí tuvo sus obstáculos. El primero, que Gable no se creía capaz de encarnar al personaje creado por Margaret Mitchell de la manera adecuada o de satisfacer las expectativas de los miles de lectores que le aclamaban como el único Rhett posible.

Selznick tanteó diversas opciones mientras Gable se hacía a la idea de que estaba destinado a perseguir a Escarlata durante doce años y el productor buscaba la mejor manera de que la Metro le prestara a su estrella en términos no demasiado humillantes para su estudio.

La negociación fue larga, pues había que engatusar al actor y no ceder la película a Louis B. Mayer a cambio de los servicios del que era el Butler ideal para muchos. Por cierto, que no lo era para la escritora, por mucho que la prensa se tomara como artículo de fe la falacia de que Mitchell había concebido el principal personaje masculino de Gone With the Wind pensando en Clark Gable.

Cuando Margaret se sentó ante su máquina de escribir en 1926, Clark Gable no era “Clark Gable”: “Hollywood no había oído hablar de mí y estoy seguro de que la señorita Mitchell no estaba interesada en un oscuro trabajador de los campos de petróleo de Oklahoma, que era lo que era yo entonces”, aseveró Clark, con lógica aplastante, recordando uno de sus múltiples trabajos antes de dedicarse por completo a la actuación.

Aunque había pasado por la meca del cine en 1924 y obtuvo unos cuantos papeles de extra, no fue hasta finales de 1930 cuando firmó con la MGM, y en 1931, con doce películas, Gable pasó de desconocido a estrella. Puede decirse que buena parte de GWTW ya estaba escrita para entonces, y aún faltaba un par de años para que Clark hiciera suyas las características que en la imaginación popular tanto le hacían parecerse a Butler.

El acuerdo al que se llegó solo unas semanas antes de este día de 1938 estipulaba que el actor recibiría 4.500 doláres a la semana más una bonificación de 50.000 dólares a la firma del contrato, de la que Selznick tenía que pagar la tercera parte.

domingo, 23 de agosto de 2009

Más detalles sobre la edición en Blu Ray de GWTW

Warner Home Video anunció hace unos días la fecha oficial del lanzamiento de la edición conmemorativa de los 70 años del estreno de Lo que el viento se llevó.

El próximo 17 de noviembre se pondrá a la venta en Estados Unidos la “Edición Definitva para Coleccionistas” en DVD y Blu Ray; habrá una versión en 2 DVDs, otra en 5 DVDs y otra ocupará dos discos en formato Blu Ray.

En la primera, la película se complementa con el comentario de Rudy Behlmer, y el comprador tendrá opción a solicitar una reproducción del cartel original de GWTW.

En la versión de 5 DVDs se incluyen los mismos extras que en los 4 discos que se lanzaron hace unos años, más los documentales 1939: Hollywood Greatest Year y Gone with the Wind: The Legend Lives On, varios trailers más y el capítulo de la serie Moviola, basada en la novela de Garson Kanin, titulado The Scarlett O’Hara War, donde se dramatiza la lucha que entablaron las actrices punteras del Hollywood de mediados de los años 30 por conseguir el papel de Escarlata.

En la versión en Blu Ray se añade el documental MGM: When the Lion Roars.

Estas dos ediciones, limitadas y en cajas forradas de terciopelo, se completan con una reproducción del programa original, un folleto sobre la producción de la película, 8 fotografías y fragmentos de la banda sonora.

Pero eso no es todo: en el Reino Unido, la fecha de lanzamiento es el 9 de noviembre, con una edición en Blu Ray, un poco más modesta en cuanto a presentación, que probablemente será la que llegue al mercado español.

Hacemos votos de nuevo para que se respete el formato original, aunque se haya procedido a una nueva remasterización de imagen y sonido y para que se cuente con subtítulos en los comentarios y los documentales, pues, sobre todo, el capítulo de Moviola (hasta ahora inédito en cualquier clase de soporte) y The Legend Lives On nos parecen "cebo" suficiente para que los Windies curtidos pasemos por caja... una vez más.

¿Qué habrían pedido los lectores de Viento Escarlata como extras para esta nueva edición?

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