Las cifras oficiales aportadas sobre la producción de Lo que el viento se llevó no dejan nunca de sorprendernos, y prueban que fue una empresa colosal, de proporciones excepcionales para la época; aunque esas cantidades nos parezcan hoy una minucia, acostumbrados a oír hablar de cientos de millones de dólares o euros, no era muy habitual en los años 30 del siglo XX que una película necesitara alrededor de 4 millones de euros para llegar a las salas.
Una buena parte del presupuesto se fue en los sueldos del equipo técnico y artístico. Muy pocos de los actores, por no decir ninguno, estaban en la nómina de la Selznick International, así que hubo que negociar el préstamo de la mayoría de ellos con los estudios rivales; normalmente el actor seguía cobrando su salario habitual y era su productora “madre” la que recibía la cantidad acordada por el préstamo, o bien adquiría los servicios de otro artista. Algo parecido sucedía con el equipo técnico: Selznick contaba con grandes nombres, pero en unidades reducidas, y le fue muy bien la asociación con la MGM para poder disponer de gente de ese estudio.
También hay que tener en cuenta que GWTW tuvo un largo proceso de preparación y producción (Cukor o Plunkett, por ejemplo, entraron en nómina muy pronto, aunque hubo períodos en que sus contratos no se renovaron o trabajaron para otros), lo cual hizo aumentar el apartado de las percepciones del personal.
En resumidas cuentas, 446.688 dólares fueron los estipendios de los actores principales y secundarios. Los extras que participaron en Gone With the Wind percibieron 108.469 dólares en total. La partida más abultada fue para el conjunto de los que estuvieron detrás de las cámaras, pues su salarios sumaron 1.408.997 dólares.
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