El equipo de rodaje de Lo que el viento se llevó se desplazó en junio de 1939 a la localidad de Agoura, con el objeto de filmar planos en exteriores que iban a pasar por las tierras de Tara.
Estaba previsto que viéramos a Gerald, Wilkerson, Big Sam y los trabajadores de la plantación algo más de lo que llegó a la versión definitiva, pero estas tomas quedaron reducidas en el montaje final al “¡Dad de mano!” de Sam, sin que se utilizaran los planos con el capataz y el doble de Thomas Mitchell. También se rodó aquí la toma de Wilkerson y su amigo carpetbagger, con los veteranos de regreso al final de la guerra.
Agoura, a unos 55 kilómetros del estudio de Selznick, al pie de las montañas de Santa Mónica, fue un lugar muy apreciado por los equipos de rodaje en las primeras décadas del siglo XX. De hecho, la Paramount había adquirido terreno allí a principios de los años 20 y se había construido un “rancho” para los exteriores de sus producciones, y la zona se conoció durante unos años como Picture City, hasta que Correos decidió que necesitaba un nombre de una sola palabra para designar su oficina allí; se eligió el apellido de un conocido ranchero vasco-francés, Agoure, porque fue el más corto que se presentó y, tras un cambio en la última vocal por razones desconocidas, la localidad pasó a denominarse Agoura.
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