miércoles, 11 de febrero de 2009

Los expertos ayudan a Selznick tomar una decisión

Aguijoneado por Kay Brown, la jefa del departamento editorial del estudio en la Costa Este, Selznick no encontraba tiempo para leer la amplia sinopsis de Gone With the Wind que le habían enviado desde Nueva York, y la pasó a tres personas de su mayor confianza para que le dieran su opinión.

¿Podría hacerse una película con aquel material? ¿Podría hacerse una buena película?...

Val Lewton, Silvia Schulman y su futuro esposo Ring Lardner Jr. fueron los elegidos y se pasaron entre sí una copia en papel carbón que contenían la historia de Escarlata O’Hara.

La secretaria personal del productor quedó encantada y recomendó a Selznick que le diera una oportunidad a la novela. Y si se la leía primero, mejor.

Lardner, que debutaba como lector, objetó que Lo que el viento se llevó presentaba un punto de vista francamente parcial al bando confederado y no retrataba con objetividad los hechos reales, además de exaltar a los esclavistas y las organizaciones racistas; no se manifestó en el aspecto puramente literario de la obra o en su potencial para pasar al cine.

Lewton calificó de mediocre la prosa de Margaret Mitchell y opinó que no merecía la pena filmar una película sobre la novela, pues la empresa perdería dinero.

Selznick hizo caso omiso de la mayoría y se guió por la corazonada del bando femenino. Su interés por GWTW aumentó varios enteros…

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