Tras haber entregado el tratamiento inicial del guión de Lo que el viento se llevó unos meses atrás, Sidney Howard volvió a Hollywood el 1 de abril de 1937, dispuesto a efectuar las obligatorias revisiones.
Probablemente pensó que se trataba de una broma del Día de los Inocentes cuando le informaron de que debía trabajar en el guión de The Prisoner of Zenda (cuyo rodaje había comenzado unas semanas atrás), y, si le quedaba algún tiempo libre, adelantar en la adaptación de la novela de Margaret Mitchell.
Sí que tuvo tiempo libre, porque Selznick estaba muy atareado pidiendo alteraciones en secuencias de Zenda que todavía no se habían escrito, tal como era su costumbre, tenía A Star Is Born a punto de estrenarse y le esperaba una complicada junta de accionistas en Nueva York, así que él y el guionista apenas se vieron para abordar Gone With the Wind; además, Cukor estaba lejos, en viaje de exploración por el Sur para empaparse del ambiente y tratar de encontrar diamantes en bruto para Escarlata, Rhett y todos los demás personajes de GWTW, por lo que Howard tampoco pudo intercambiar opiniones con el director previsto en aquellas cuatro semanas de su estancia en California.
El dramaturgo, al que le gustaban las cosas bien organizadas, anhelaba regresar a su granja y alejarse de aquel pandemonium...
miércoles, 1 de abril de 2009
Sidney Howard intenta retocar el guión
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2 comentarios:
Caveat.
¡Hum! Me suena a The Bad and The Beautiful.
Como siempre un placer y una nueva perla par mi colección de saberes.
Un saludo cinéfilo.
Es normal, Dexter... ;-) el personaje de Shields tiene mucho en común con Selznick y con Val Lewton, y esta forma de trabajar no era inusual en el Hollywood de aquellos tiempos...
Gracias por llamar "perlas" a estas humildes entradas. A ver si hacemos un collar de tres vueltas, por lo menos...
Saludos
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