Que los padres decidan bautizar a sus vástagos con el nombre de los protagonistas de sus novelas favoritas pueden ser una bendición o una fuente de problemas para los hijos, dependiendo, claro está, de lo llamativo del nombre. Si la niña se llama Scarlett, se puede apostar con un 99% de posibilidad de acierto a que alguien estaba pensando en Lo que el viento se llevó.
Así sucede en el caso de la actriz de origen eslovaco Scarlett Chorvat, que cuenta que, durante una prueba de selección de reparto, se le acercó un joven que le dijo: “Me llamo Rhett”. La actriz, sin duda curtida ya por cientos de aproximaciones semejantes, le pidió que lo probara enseñándole el carnet de identidad.
Scarlett no debe de ser un nombre muy habitual en Bratislava, pero no se puede negar que el viento llega a todos los lugares del mundo…
martes, 9 de junio de 2009
Otra Scarlett para el censo
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
0 comentarios:
Publicar un comentario