Los O’Hara eran católicos y rezaban el rosario al terminar la jornada, con mayor o menor devoción dependiendo de cada uno, como vemos en los primeros capítulos de la novela.
Esa tarde de abril la mente de Escarlata vaga por caminos nada devotos, pues está pensando en Ashley y sus respuestas son automáticas, cuando no se olvida de ellas hasta que la mirada de su madre le recuerda dónde está y qué están haciendo; Gerald, como de costumbre, no encuentra su rosario y cuenta las Avemarías con los dedos, y Carreen, la más pequeña de la casa, se adormece por estar levantada a una hora tardía para ella.
En la película también vemos rezar a la familia, pero en este caso se trata del Yo, pecador, una oración también católica pero que no suele recitarse durante el rosario ni fuera del acto penitencial, ya sea incluido en la Misa o en el sacramento de la confesión.
Todavía no hemos encontrado una explicación para el cambio en la adaptación a la pantalla de Lo que el viento se llevó, y sólo podemos conjeturar que alguien debió de sugerir que el Rosario y la Letanía de la Virgen, devociones dedicadas a María, podrían parecer muy extrañas a la mayoría del público en Estados Unidos y molestar a buena parte de los protestantes, pues algunas denominaciones se oponen con firmeza a estas oraciones.
El Yo, pecador que oímos en GWTW es la versión tradicional de la oración, que, como otras, ha cambiado con los tiempos pero es la que estaba vigente tanto en la época en que transcurre la acción como cuando se escribieron la novela y el guión.
martes, 3 de marzo de 2009
Plegarias en familia
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