Atlanta, aunque agobiada por la guerra, estaba al tanto de las novedades musicales y Escarlata podía así conocer una popularísima (aunque triste) canción para acompañar la velada que la tía Pitty ofrecía a algunos de sus vecinos y amistades (y también Rhett Butler, al que sólo ella recibía ya) en mayo de 1864.
La canción que Escarlata escogió para iniciar su recital no pudo ser más desafortunada y, a la primera estrofa, Fanny Elsing, que había perdido su novio en batalla, la interrumpe. No era para menos, porque Somebody’s Darling relata la llegada a un hospital de un soldado moribundo.
La letra es un poema de Marie Revenel de la Coste, de Savannah, al que puso música John Hill Hewitt, “el bardo de la Confederación”.
"Into a ward of whitewashed walls
Where the dead and dying lay...
Wounded with bayonets, shells and balls...
Somebody's darling was borne one day.
Somebody's darling! so young and so brave!
Wearing still on his pale, sweet face...
Soon to be hid by the dust of the grave...
The lingering light of his boyhood's grace..."
(“A una sala de encaladas paredes,
Donde reposaban los muertos y moribundos,
Heridos por bayoneta, mortero o bala,
Llevaron un día a alguien querido.
¡El amor de alguna! ¡Tan joven y tan valiente!
Llevando todavía en su rostro pálido y dulce,
Que pronto cubriría el polvo de la tumba,
Trazos de la luz de su gracia adolescente…”)
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