miércoles, 25 de marzo de 2009

Nunca digas "nunca jamás"

La novela y la película deben considerarse como dos entes separados pues, si bien la segunda se basa en la primera, la adaptación a la pantalla supuso tomar una serie de decisiones con la vista puesta en el medio y en el público cinematográfico.

Se puede decir que Selznick, aunque conservó la esencia de la obra de Margaret Mitchell, se esforzó en romantizar Lo que el viento se llevó y, en especial, en suavizar el carácter de Escarlata y justificar la instantánea atracción de Rhett por la señorita O’Hara, para que la historia de amor fuera uno de los puntales de la película.

En la novela, con tiempo para profundizar en los personajes e incluso conocer sus pensamientos y motivos más íntimos, no se habla de amor precisamente durante el baile en el bazar: Rhett abre los ojos a Escarlata sobre los entresijos del bloqueo y las férreas normas impuestas a las viudas; se nota que él está a gusto con ella, porque le ofrece un reto y ella se sorprende al ver cómo Butler expresa unas ideas heréticas para con la Causa con las que Escarlata está tácitamente de acuerdo. Pero no hay un flirteo explícito tal y como oímos en la película; sin embargo, aunque la adaptación introduce ese componente romántico muy pronto, sabe cerrar el círculo con la solvencia habitual de los buenos guiones:

“…Yo quiero algo más de usted.” “¿Y qué es lo que quiere?” “Se lo diré, Escarlata O’Hara, en cuanto deje esa expresión de señorita remilgada del Sur. Quiero que algún día me diga las mismas palabras que le oí decirle a Ashley Wilkes: “Te quiero.” ”Eso es algo que no me oirá decirle, capitán Butler, en toda mi vida”; es el intercambio de Rhett y Escarlata en su segundo encuentro, en medio del vals.

Pasan los años, la guerra y los matrimonios, y el de los Butler llega a un callejón sin salida. Escarlata, de cuyos ojos acaba de caer una venda, incumple su promesa cuando le dice a Rhett: “…sólo sé que te quiero.” “Esa es tu desgracia.”, replica él.

Efectivamente, se habían pasado más de una década jugando al escondite.

1 comentarios:

Anónimo dijo...

Una vez más siento que comprimen mi corazón... De sólo pensar que uno puede estar tantos años junto al ser amado y no darse cuenta... He visto la película cientos de veces y lloro desconsoladamente una y otra vez...

Creative Commons License
Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons.