A Cliff Edwards, que nació el 14 de junio de 1895, le oímos en la versión original de Lo que el viento se llevó, pero el plano no permite que aparezca en pantalla: es el soldado que evoca el pasado mientras Escarlata y Melania le atienden y enrollan vendas.
Cómico y cantante conocido como Ukelele Ike, se curtió desde muy joven en las salas de cine, donde acompañaba las proyecciones con su música, y, además de dominar el ukelele, fue perfeccionando su propio estilo, caracterizado por lo que bautizó como “effin” y hoy se acerca más a lo que se denomina “scat” en términos de jazz: en determinados momentos, su voz se convertía en un instrumento más, en improvisaciones con mucho de onomatopeya.
Tras recorrer la ruta habitual de cafés y teatros de segunda, variedades y salas de diferentes categorías, Edwards actuó en Broadway en el espectáculo de Ziegfeld, grabó sus primeros discos y consiguió sus primeros éxitos.
Edwards cantó por primera vez en las pantallas la pieza Singin’ in the rain, en The Hollywood revue of 1929 (Hollywood Revue, 1929), que luego retomaban los diferentes miembros del reparto de este escaparate de la Metro que intentaba demostrar que sus estrellas no le tenían miedo al micrófono.
Cliff intervino, cantando o no, en Hell Divers (Titanes del cielo, 1932), Saratoga (Saratoga, 1937), His Girl Friday (Luna nueva, 1940)... también apareció en programas de radio y televisión.
En 1940 prestó su voz a Pepito Grillo en Pinocchio (Pinocho), haciendo un éxito de la canción When You Wish Upon A Star, pero ni siquiera aperecía en los créditos, como en 1941, con la voz del cuervo Jim en Dumbo (Dumbo) y su recordado When I See an Elephant Fly.
Fama y dinero, bien lo saben en el mundo del espectáculo, son volátiles, y Cliff Edwards es, a su pesar, un buen ejemplo: problemas familiares y las adicciones variadas se alternaban con las sesiones de grabación y el doblaje de los cortos de animación que le mantuvieron con trabajo en los últimos años; se arruinó varias veces y su vida terminó en 1971 en el olvido y la pobreza, hasta el punto de que la productora de Disney se ofreció para ocuparse del funeral del artista; su cadáver estuvo varios días en la morgue sin que nadie se acercara a reclamarlo y finalmente fue el Fondo de Apoyo a los actores el que corrió con los gastos del sepelio.
sábado, 14 de junio de 2008
Cliff Edwards, el soldado herido que recuerda su hogar
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