viernes, 20 de junio de 2008

Louis B. Mayer se apunta un tanto

La Selznick International tenía un contrato con la United Artists para que ésta distribuyera sus películas, compromiso que no terminaba hasta 1939. Por eso Selznick no podía producir GWTW hasta esa fecha para que se hiciera realidad su acuerdo con la MGM, que había incluido la distribución de la película dentro de su trato para prestar a Gable.

Además, a la productora le interesaba cambiar de distribuidor, porque la United Artists carecía de organización, personal y recursos que se preveían serían necesarios para Lo que el viento se llevó.

Los productores independientes, al contrario que los grandes estudios, no controlaban cadenas de exhibidores, como sería el caso de la MGM y la Loew’s, su compañía madre que, aunque poseían el circuito de salas más reducido de entre las Cinco Grandes (Fox, Warner, Paramount, Loew’s y RKO), las tenía en los lugares claves y sabía cómo negociar con los exhibidores no afiliados a ninguna productora.

El estudio del león disponía de una maquinaria de publicidad muy bien engrasada, conocía muy bien el mercado, tanto nacional como internacional, y su plantilla de personal dedicado a la distribución era la mayor de las compañias cinematográficas de aquellos años.

Gable se convirtió así en la moneda de cambio en una operación que iba a ser positiva tanto para Selznick como para la MGM, aunque no todo fue un lecho de rosas: el actor siempre lamentó no haber pedido un porcentaje de los beneficios, Selznick no quería que su suegro, L.B., se inmiscuyera en su trabajo, en la Loew’s se comían las uñas hasta la muñeca al ver cómo aumentaban los gastos y el rodaje se estancaba una y otra vez…

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