La fecha oficial de publicación de la novela fue el 30 de junio de 1936, pero para entonces ya se habían vendido 50.000 ejemplares y las librerías clamaban por muchos más.
La casa editorial había llevado a cabo una campaña de publicidad de tales proporciones que Margaret Mitchell, insegura del recibimiento que podría tener la novela, se temía que Macmillan jamás recuperara la inversión.
Todavía hoy se sigue vendiendo, y supera los treinta millones de ejemplares. No se puede comparar a la Biblia, ni al Libro Rojo de Mao, que superan de largo a todos los demás; también Lo que el viento se llevó queda por debajo de El valle de las muñecas, Diez Negritos o El guardián entre el centeno, pero está en buena compañía con Cien Años de Soledad, y El Padrino está muy cerca en ejemplares vendidos.
Las críticas no fueron unánimes, por supuesto, y la controversia llega hasta hoy, pero lo que es innegable es la pervivencia de Lo que el viento se llevó como campeón de ventas, aunque eso no sea a la fuerza sinónimo de calidad.
El lector debe juzgar por sí mismo, incluso, si es posible, olvidando que existe una adaptación cinematográfica que no es más que la visión particular de una serie de personas de hace 70 años que escogieron hacer hincapié en ciertos aspectos del libro y relegar otros que puede ser interesante descubrir entre las páginas.
Sea como sea, Gone with the Wind está hoy de cumpleaños, por lo que el julepe de menta es de rigor (sólo para los mayores de edad) para conmemorar los 72 años de vida de una historia que, al fin y al cabo, habla sobre todo de supervivencia.
lunes, 30 de junio de 2008
Nace un fenómeno
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