Encontrar el título adecuado para la novela que Macmillan se preparaba para lanzar en la primavera de 1936 no fue cosa de unos días.
Margaret Mitchell ni siquiera había pensado dar un nombre a su trabajo y las sugerencias de
Tomorrow Is Another Day (Mañana será otro día),
Tomorrow and Tomorrow (Mañana y Mañana),
There’s Always Tomorrow (Siempre queda el mañana),
Tomorrow will be fair (El mañana será hermoso),
Tomorrow Morning (Mañana por la mañana)...
se descartaron por la abundancia de obras con “mañana” en su título. La palabra era por entonces tan habitual en títulos de novelas, canciones y películas como lo es hoy. La editorial estuvo de acuerdo en que habría que buscar otro título.
Another Day (Otro día),
Milestones (Hitos),
Tote the Weary Lode (Llevar la pesada carga, una frase de la canción My Old Kentucky Home que se cita varias veces en la novela y que Prissy canta en la película cuando regresa a decirle a Escarlata que no ha encontrado al doctor Meade), era el preferido de Mitchell antes de decidirse por Gone with the Wind.
Fiddle-dee-dee (Tonterías, una de las exclamaciones favoritas de Escarlata),
Ba!, Ba!, Black Sheep (¡Beee! ¡Beee! Oveja negra, que proviene de una canción infantil, aunque aparece en un poema de Kipling sobre aquellos que se alistaban como soldados rasos en los regimientos que luchaban fuera de Inglaterra, para huir de su reputación), o Black Sheep (Oveja Negra),
None So Blind ([No hay] Nadie tan ciego), que es parte del dicho There are none so blind as those who will not see (No hay nadie más ciego que aquel que no quiere ver / No hay peor ciego que el no quiere ver).
Bugles Sang Truce (Los clarines [cornetas] tocaron tregua), una canción muy popular en tiempos de la Guerra Civil. También aparece en algunas fuentes como Bugles Sang True (Los clarines [cornetas militares] tocaron la verdad), pero debe de tratarse de una errata.
Jettison (lanzar por la borda objetos inútiles),
Not in Our Stars (No en nuestras estrellas), que es una cita de Shakespeare; en Julio César, cuando Casio intenta convencer a Bruto de la necesidad de suprimir a César, y afirma que el ser humano es el dueño de su destino: The fault, dear Brutus, is not in our stars, But in ourselves…" (La falta, querido Bruto, no está en nuestras estrellas, sino en nosotros mismos…),
y algunos otros más quedaron relegados por la frase que figura en el poema Cynara, de Ernest Dowson.
Pero Gone with the wind estaba ya en el original sin nombre, en el capítulo 24:
"Or was Tara also gone with the wind which had swept through Georgia?” (¿Existiría Tara aún? ¿O habría desaparecido, como todo lo demás que el viento se llevó de Georgia?)
sábado, 28 de junio de 2008
El título ya estaba allí
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