Casi cuatro meses después de haber empezado el rodaje y casi tres años después de haber adquirido los derechos de adaptación de la novela, el guión de Lo que el viento se llevó seguía dando problemas.
Una docena larga de escritores de probada valía habían intervenido en la labor, pero ninguno había dado con una solución que satisficiera a Selznick para el final de la película, cuando Escarlata, ya sola tras la despedida de Rhett, se enfrenta al mañana con el germen de una esperanza en el mañana.
Aunque se había hablado de filmar dos finales diferentes, uno que mostrara a Escarlata más bien frustrada y otro donde se la viera un tanto resignada, y que fuera la reacción del público en los pases sorpresa la que decidiera cuál iba a ser el definitivo, no consta que se hubiera rodado más que de la forma que conocemos.
El productor no había quedado contento con las diferentes versiones para plasmar en la pantalla los últimos párrafos de la novela, y se atribuye la solución final en la víspera del rodaje de la escena: acentuar la importancia de Tara como lugar de refugio espiritual y de nuevo punto de partida, y terminar la película con cierto tono optimista con la decisión de Escarlata de volver a la plantación.
Y así, el 15 de junio de 1939 Victor Fleming dirigió a Vivien Leigh en el vestíbulo de la casa de los Butler en Atlanta, con las voces de Gerald, Ashley y Rhett recordándole a Escarlata que la tierra es lo único que importa, porque es el único que permanece, que ella ama a Tara más de lo que pensaba que amaba a Ashley y que es de la tierra roja de la hacienda de su padre de donde ha sacado sus fuerzas para mantenerse esos últimos años.
Era un recurso que no se utilizaba en la novela
“No quiero pensar en esto ahora —repitió en voz alta, procurando encontrar un baluarte contra la marea ascendente del dolor—. Yo... En fin, yo mañana me iré a Tara —Y se sintió aliviada.”
pero que sustituye adecuadamente los pensamientos de Escarlata en este momento, los argumentos que emplea para convencerse de que es el paso que debe dar. Y la mirada de resolución, entre lágrimas, de una Vivien Leigh espléndida, cierra la película: "After all, tomorrow is another day" (“Después de todo, mañana será otro día”).
El tema de Tara nos lleva al colofón, con ese plano en silueta de Escarlata que nos confirma por lo menos que ha vuelto al hogar…
domingo, 15 de junio de 2008
Escarlata oye voces
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