El escritor, crítico y cineasta Augusto M. Torres dedica uno de sus libros, George Cukor, al primer director de Lo que el viento se llevó, y nos acerca, aunque sea brevemente, a la vida y carrera del amigo de Selznick, reemplazado por Fleming a los pocos días de empezar el rodaje.
Aunque no logró figurar en los créditos, el trabajo de Cukor, que estuvo en contacto con la película durante más de dos años, dejó su impronta en el producto final y, ya apartado de GWTW, ayudó a moldear las interpretaciones de Leigh y de Havilland con sus consejos a escondidas.
El libro de Torres es el primero sobre Cukor publicado en España y reivindica a un director criticado por su falta de estilo propio (a simple vista), consciente siempre de su herencia teatral para lo bueno y para lo malo en lo que se refiere al lenguaje y los usos cinematográficos, pero imprescindible a la hora de hablar del cine clásico.
Es cierto que Cukor carecía de la "personalidad" de un Ford o un Hawks, y Torres nos ayuda a colocarlo en el lugar importante que le corresponde, tanto a través de sus logros como de sus relativos fracasos, de los proyectos fallidos, las películas que nunca llegaron a ser y los encargos en los que le embarcaba el sistema de estudios.
Contamos, por supuesto, con unos párrafos dedicados a su participación en Lo que el viento se llevó; con la amplia perspectiva que nos ofrece el autor, queda poco menos que convertida en una nota al pie en el historial del director; no debemos olvidar que su despido de la película sucedió en 1939 y la última cinta dirigida por Cukor data de 1981; desde luego, el incidente de GWTW no arruinó su carrera.
viernes, 25 de julio de 2008
Un acercamiento a George Cukor
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