Para rendir homenaje a los caídos en batalla (y también para ordenar que se apaguen las luces del cuartel o campamento al término de la jornada), el ejército de los Estados Unidos utiliza un toque de corneta denominado Taps y que Max Steiner incluyó en la banda sonora de Lo que el viento se llevó en dos ocasiones: para la noticia de la muerte de Charles Hamilton y, unido a otras melodías marciales y sureñas, en el lento travelling de la estación repleta de heridos.
Las notas de este “toque de silencio” son conocidas en todo el planeta y son muchos los ejércitos que emplean una melodía similar; la autoría es objeto de debate, pero la historia con más a su favor cuenta que Taps está basada en un toque anterior, Tattoo, de procedencia francesa, que el general Daniel Adams Butterfield (que no sabía leer ni escribir música) adaptó a su gusto con la ayuda del corneta de su brigada en julio de 1862.
Taps se hizo pronto muy popular en las filas de la Unión y también pasó al bando Confederado, y después de la guerra se convirtió en un toque oficial que hemos escuchado en innumerables ocasiones y que nos ha dejado momentos inolvidables en el cine, como en este fragmento de From Here To Eternity (De aquí a la eternidad, 1953)
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Hace 43 minutos
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