La necesidad de ahorrar metraje y condensar acontecimientos, y también el deseo de Selznick de “humanizar” un tanto a Escarlata O’Hara, que en la novela no se distingue por sus cuidados maternales hacia Wade y Ella, dejó a Bonnie Blue como única descendencia en la pantalla de la protagonista de Lo que el viento se llevó.
Como no “asistimos” a la llegada al mundo de Eugenia Victoria Butler, que se nos muestra únicamente desde el punto de vista del atribulado progenitor en la antesala, nos queda Beau Wilkes, digno de ocupar un puesto avanzado en cualquier lista de “nacimientos memorables en el cine”.
Y eso que la censura previa desbarató la cuidadosa secuencia preparada por Cukor: la Oficia Hays advirtió con severidad de que no permitiría cualquier insinuación y menos una muestra palpable de los sufrimientos de Melania, negando lo evidente.
Olivia de Havilland, concienzuda como ella sola, se había ido a un hospital como observadora para tomar buena nota del comportamiento de las mujeres en el momento del parto (ella no era madre todavía); había un médico en el plató para que todos los detalles fueran lo más auténticos posibles y el mismo Cukor, fuera de cámara, retorcía el pie de la actriz en los momentos adecuados…
Todos los esfuerzos del equipo se fueron al traste por aquella orden de no herir la susceptibilidad del espectador. Nadie abogaba por una secuencia tremendista, pero tampoco era cosa de pasar por aquel trance como si el parto no hubiera sido nada, caramba. Menos mal que Selznick se mantuvo firme en algunos extremos (se nombran el cordel y las tijeras y Prissy rebaja la tensión del momento con aquello de “mi madre dice…”, por ejemplo), el montaje y la composición y la actuación de Vivien, Olivia y Butterfly consiguen transmitir el agobio, la desesperación y la agonía de aquella jornada calurosa en Atlanta.
¡Feliz Navidad!
jueves, 25 de diciembre de 2008
Un nacimiento nada navideño
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2 comentarios:
Feliz Navidad, Caveat!
Un saludo cinéfilo-navideño.
Hola,
Gracias, Dexter, en ello estamos...
A estas horas, tengo la impresión de que "jamás volveré a pasar hambre" ;-)
Saludos
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