El diseñador de vestuario de GWTW obtuvo el Oscar por su contribución en An American in Paris (Un americano en París, 1951) y fue candidato al mismo premio en otras nueve ocasiones; la categoría no existía todavía en 1939, por lo que no hubo posibilidad de reconocer su ingente trabajo.
Plunkett, que nació el 5 de junio de 1902, abandonó sus estudios de Derecho y comenzó su carrera artística como actor teatral, para dedicarse luego a diseñar el vestuario de películas, obras de teatro y óperas.
Little Women (Las cuatro hermanitas, 1933), Stagecoach (La diligencia, 1939), That Forsyte Woman (La dinastía de los Forsyte, 1949), Singin’ in the rain (Cantando bajo la lluvia, 1952), Raintree County (El árbol de la vida, 1956)... son sólo algunas de las películas en las que Plunkett dio cumplidas muestras de su arte para el diseño del vestuario (sobre todo de época), que le permite ocupar un puesto destacado entre los grandes clásicos. Terminó su carrera con Seven Women (Siete mujeres, 1966) y murió en 1982.
Ingenioso y lleno de recursos, era capaz de diseñar vestidos opulentos y provocativos justo al límite de lo que la censura permitía y, cuando no lo permitía, tenía varios modelos en reserva; en su afán de dar autenticidad al vestuario de la película a la que estaba asignado no dudaba en dejar de lado sus contactos en el mundo de las telas para recurrir, por ejemplo, a los almacenes del Ejército de Salvación y, a partir de ropa desechada, componer los vestidos de las chicas de Seven Brides for Seven Brothers (Siete novias para siete hermanos, 1954).
Le pidió a Selznick que le encargara el vestuario de Gone With the Wind y estudió a fondo la novela y todos los detalles que se referían a su ámbito de actuación, hasta que tuvo más de cinco mil referencias para diseñar. El indeciso productor le dio un buen susto cuando rechazó sus primeros bocetos e incluso pensó en contratar a otro diseñador, pero Plunkett pudo convencerlo de que su trabajo era el adecuado (más tade, incluso la muy reticente Margaret Mitchell alabaría la obra de Plunkett).
Era un perfeccionista consumado y no dudó en viajar a Atlanta a expensas propias para confrontar sus notas con la escritora y buscar la ayuda de algunos ciudadanos que todavía conservaban ropa y objetos personales de sus abuelos.
Plunkett cuenta que en una ocasión, después de llamar a la puerta de una de las familias con las que había concertado un encuentro, le tuvieron esperando un buen rato a la entrada, en tanto que en el interior se podía oír un apresurado ir y venir. Por fin le abrió la dueña de la casa, que le explicó que había visto que Plunkett llevaba un traje azul y que para su anciana madre cualquier hombre que vistiera de azul era un "maldito yanqui", por lo que había tenido que hacerla cambiar de aposento.
Tuvo bastante tiempo para diseñar el vestuario, pero apenas pudo ordenar la confección de ninguno de los más de 2000 trajes previstos hasta que el reparto estuvo por fin confirmado; además de algunos modelos para las pruebas, es muy posible que el primer vestido realizado para Lo que el viento se llevó fuera el que Escarlata lleva durante “el incendio de Atlanta”: aunque no había actriz titular para el papel, sus dobles tenían que llevarlo aquel 10 de diciembre de 1938.
Crítica ‘Blitz’ (2024)
Hace 1 hora
2 comentarios:
muchísimas gracias por publicar eso!! Me ha servido de ayuda para el trabajo que estoy haciendo (la indumentaria del siglo XIX en el cine).
Me gusta mucho esta película, y sus vestidos son fabulosos.
Gracias de nuevo!
Escrita exurbitante neste blogue, tópicos deste modo destacam ao indivíduo que reflectir neste blog !!!
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