Lo más llamativo del modelo que Escarlata luce en el restaurante de Nueva Orleáns, con inacabable apetito, son, sin duda, las 3 palomas blancas y amarillas prendidas en su hombro derecho.
Walter Plunkett no se olvidó de la envidiable situación económica de su personaje, pero tampoco deja de apuntar que el gusto de la señora Butler la inclina a las extravagancias. Las palomas llaman mucho más nuestra atención que el brazalete, los pendientes, el anillo y el collar, que combinan el oro, las esmeraldas y los rubíes y componen una visión esplendorosa de la protagonista de Lo que el viento se llevó.
De este vestido sólo vemos la parte superior, que es de satén azul oscuro cubierto de redecilla negra, con lentejuelas negras que cubren la parte delantera y un cuello ribeteado de terciopelo granate.
Al terminar el rodaje, la productora regaló este modelo a una escuela privada para chicas, en Los Ángeles, que lo guardó sin prestarle demasiada atención; cuando años después se recordó su existencia y se acudió al lugar donde estaba depositado… se lo había llevado el viento.
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Hace 2 horas
4 comentarios:
Hola Caveat
¿te refieres a que se había deteriorado o que se había perdido?
Gracias por tus contínuas notas sobre vestuario(y todo lo demás claro!)
Saludos
Fran
Hola, Fran,
¡Gracias a ti!
Este vestido está en paradero desconocido; por el momento nadie ha dicho que lo tiene (o lo tuvo)...
Saludos
Fijaros en la escena; porque es curioso que al levantar Escarlata el brazo, se le ve la axila entre la manga y la sisa por el corte... interesante, no?
Carlos
¡Qué descocada!
¡No es de extrañar que esta película tuviera problemas con la censura! ;-)
Buen ojo, Carlos, como de costumbre.
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