B. Reeves Eason, que nació el 2 de octubre de 1886, fue uno de los directores de segunda unidad en Lo que el viento se llevó; rodó el ataque a Escarlata en Shantytown y una parte del "incendio de Atlanta", como el intento de arrebatarle el caballo a Rhett, y colaboró con el resto de los directores en diferentes tomas de acción, que era su especialidad.
“Breezy” Reeves Eason tenía muy buena mano para coordinar todos los aspectos de las secuencias que podían entrañar cualquier tipo de riesgo o que necesitaran un buen número de extras y especialistas.
Con toda la espectacularidad de esas secuencias de GWTW, Eason probablemente no se inmutó ante el trabajo: había dirigido la carrera de cuadrigas y la batalla naval de Ben-Hur (Ben-Hur, 1925), donde se utilizaron 42 cámaras (en “el incendio de Atlanta” de GWTW hubo siete), la carrera por la tierra en Cimarron (Cimarrón, 1931), la carga en The Charge of the Light Brigade (La carga de la brigada ligera, 1936), acababa de supervisar las luchas y planeado el torneo no rodado de The Adventures of Robin Hood (Robin de los Bosques, 1938)… y más adelante fue el responsable de la batalla final de They Died With Their Boots On (Murieron con las botas puestas, 1941), las batallas en Sergeant York (El Sargento York, 1941), tuvo a su cargo una segunda unidad en Duel in the Sun (Duelo al sol, 1946) y le esperaba una estampida de elefantes en Tarzan and the Huntress (Tarzán y la cazadora, 1947).
William Reaves (sic) Eason inició su larga carrera en el cine por estar a mano en el momento adecuado: pasó de su número de variedades a la posicion de encargado de atrezzo, especialista, ayudante del director, guionista y cuidador de los caballos en una película a cuyo rodaje asistía como simple mirón; fue el único que pudo montar a uno de los caballos y eso le ganó el empleo.
Le gustó el ambiente y así ofició de guionista, director principal, director de segunda unidad, productor y actor, desde 1913 hasta su retiro en 1952, cuatro años antes de su muerte. Con su sombrero negro y sus botas de montar, una camisa a cuadros y un cinturón con hebilla de plata, era una figura popular en todo Hollywood, respetado y admirado tanto por “los de arriba” como por los especialistas y dobles de acción, que sabían que no les pediría nada que él mismo no pudiera hacer.
La experiencia en las muchas películas de bajo presupuesto en las que colaboró le resultó muy valiosa, porque aquellas cintas estaban llenas de acción (una pelea tras otra, cabalgadas de un lado a otro, explosiones, batallas, tiroteos, estampidas, incendios…) y fueron las que allanaron el camino para que los estudios dedicaran segundas unidades a esas secuencias, dejándolas en las manos de los expertos mientras el director titular bregaba con los actores principales.
Eason compartía el apodo de “Breezy” (vivaz) con su hijo, al que había dirigido varias veces antes de su muerte en un accidente en 1921, y le hizo honor por su rapidez en tenerlo todo listo a tiempo y rodar a un ritmo endiablado; puede que eso no fuera bueno para la calidad general de sus películas como director, pero las secuencias de acción que llevan su firma son a menudo inolvidables.
jueves, 2 de octubre de 2008
B. Reeves Eason, director de segunda unidad
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