Una vez más (y seguro que todos habían perdido la cuenta), Escarlata y los hermanos Tarleton volvieron en octubre de 1939 al porche de Tara para la secuencia con la que comienza Lo que el viento se llevó.
Las fuentes, como es habitual, discrepan en la fecha y los detalles: Molt indica que el rodaje tuvo lugar el 12 de octubre, Haver apunta que el equipo hizo caso omiso de la superstición y no dudó en rodar el 13, viernes; Vertrees señala que el director fue Wood, supervisado directamente por Selznick; otros otorgan la dirección a Victor Fleming…
En todo caso, Vivien Leigh llevaba el vestido blanco y Reeves y Crane se mostraban tan joviales como siempre, aunque sobre el ánimo de todos estaba presente la guerra que había estallado un mes atrás en Europa y que hacía aún más irónicas las egoístas palabras de Escarlata.
El día de rodaje se completó con el trabajo de Cosgrove en la secuencia de la lista de bajas, para mostrar la expectación de los ciudadanos de Atlanta ante las inminentes noticias del resultado de la batalla de Gettysburg; primeros planos del “dad de mano”, cuando terminaba la jornada de trabajo en Tara (que en algunas versiones del guión debían abrir la película), y el doctor Meade y sus triunfalistas anuncios en el bazar, para combinarlos con los planos de los asistentes al baile.
El fin (del rodaje) parecía cercano… porque aún hubo tiempo para unas tomas más. Al fin y al cabo, aún quedaban dos meses para el estreno y Selznick no iba a dejar de montar hasta que le quitaran la película de las manos para poder proyectarla.
Crítica ‘Blitz’ (2024)
Hace 2 horas
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