Otros hechos capitales de la historia de Lo que el viento se llevó acontecen en escaleras, que son un motivo repetitivo a lo largo de una película que se inicia en unos escalones, los del porche de Tara, y termina en otros, los de la casa de los Butler:
La primera aparición de Ashley, que baja la escalinata de Doce Robles con un chal de Melania en las manos y se apresura a saludar a Escarlata.
Escarlata se encara con la dura realidad de sus aspiraciones para con Ashley cuando le ve subir con Melania las escaleras de la casa de Pittypat, durante el permiso de Navidad; el matrimonio sube, Melania expresa su preocupación por un hipotético deterioro del uniforme (lo que significaría una herida o la muerte de su portador) y Ashley le promete que eso no sucederá. Llegan a la habitación y, en el umbral, desean buenas noches a Escarlata, que se ha quedado abajo.
En los momentos previos al parto de Melania las sucesivas subidas y bajadas de Escarlata y Prissy por las escaleras de la casa de la tía Pitty contribuyen a sugerir al espectador el torbellino de ideas que bullen en el cerebro de la protagonista, sus sentimientos encontrados y el cansancio físico producto del miedo al invasor y al inminente parto que tendrá que afrontar con sus precarios medios.
El asesinato del desertor yanqui, en las escaleras de Tara.
Mammy pone al corriente a Melania de la desesperación de Rhett tras la muerte de Bonnie mientras ambas, con esfuerzo, suben las escaleras.
miércoles, 19 de marzo de 2008
Altibajos en las escaleras (II)
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