Sólo el escritor y su editor saben lo que se queda en el camino durante la larga gestación de un libro. Primero, es tarea del creador decidir qué material va a presentar para publicar y, luego, la editorial puede sugerir modificaciones y añadidos al original. La novela Lo que el viento se llevó no es una excepción.
Margaret Mitchell no tenía intención de publicar su historia y escribió largo y tendido, a su gusto y con parones a lo largo de unos siete años, entre 1926 y 1933. Macmillan aceptó el disperso original que le había entregado en un impulso (que luego lamentó) y, desde agosto de 1935 a abril de 1936 tuvo lugar el toma y daca habitual de las correcciones, revisiones, cortes y mejoras, sazonado con unos cuantos enfados por ambos lados.
Como Mitchell, por varias razones, decidió que se destruyeran todos sus papeles, apenas quedan unas páginas del original de Gone With the Wind, la mayoría guardadas en una caja fuerte en un sobre sellado y eso sólo “para que pueda probarse la autoría en caso necesario”. El resto se fue con el viento o, mejor, se lo llevó el fuego, por lo que, por lo que sabemos, no existen “páginas perdidas” de GWTW.
Pero sí podemos saber de qué trataban algunas de las páginas que no llegaron a la imprenta y que sólo unos pocos pudieron leer en su momento.
No hay ninguna revelación transcendental: varios párrafos al comienzo en los que se describía a la típica joven sureña; un capítulo sobre el general Sherman en Atlanta; un capítulo en el que Rhett prestaba dinero a Hetty Tarleton para que su madre pudiera hacerse de nuevo con sus queridos caballos. Varias páginas para explicar el regreso de Mammy a Tara, otras tantas en las que Pitty relataba con detalle las desgracias que habían caído sobre la familia, la suerte de varios personajes secundarios después de la guerra o una conversación entre Escarlata y Carreen recordando su niñez.
Los episodios que no fueron suprimidos totalmente quedaron condensados, como sucedió con la parte dedicada a la Reconstrucción del Sur después de la contienda.
viernes, 28 de marzo de 2008
Lo que Margaret se llevó
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