sábado, 23 de febrero de 2008

Victor Fleming, el único director acreditado

El director titular de Lo que el viento se llevó nació el 23 de febrero de 1883... ¿o 1889, como consta en su lápida? Este dato es una prueba más de que se trataba de un hombre contradictorio, capaz tanto de abofetear a Judy Garland para que se le pasara la risa tonta que le impedía acabar una escena como de musitar "también los hombres pueden llorar... a veces", cuando Gable tenía sus dudas sobre el grado de dolor que debía mostrar por la muerte de Bonnie.

Apreciado por sus colegas, imitado por los hombres y muy atractivo para las mujeres, Victor Fleming está a la espera de contar con la biografía y el reconocimiento que merece un director capaz de salir vivo de la empresa de rodar la mayor parte de El mago de Oz y Lo que el viento se llevó en el espacio de unos meses. Y esa hazaña pesa también como una losa sobre su reputación: se suele decir que The Wizard es una "película de estudio" y que GWTW es una película "de productor", minimizando así la aportación de Fleming, al que se despacha como un mero instrumento.

La falta quizás de un estilo propio, de un "toque Fleming" juega también en su contra a la hora de poder analizar sistemáticamente su trabajo, pero nadie podrá negar que su filmografía no es entretenida, competente o vigorosa:
The Way of All Flesh (El destino de la carne, 1927), The Virginian (1929), Treasure Island (La isla del tesoro, 1934), Captains Courageous (Capitanes intrépidos, 1937)..., entre otras, llevan su firma.

Fleming abandonó el mundo de las carreras de coches para interesarse por el cine. Fue ayudante de cámara y luego director de fotografía con D.W. Griffith y Allan Dwan y en varias películas de Douglas Fairbanks.

En los años 20 estuvo en la Paramount, ya como director, y pasó a la MGM en 1932. Aunque se le colocó la etiqueta de director de aventuras masculinas, supo también sacar buen partido de actrices como Clara Bow, en Mantrap (Flor de capricho, 1926), Jean Harlow y Mary Astor, en Red Dust (Tierra de pasión, 1932) o Ingrid Bergman en Joan of Arc (Juana de Arco, 1948), y hacer digno cualquier proyecto que se le encomendase. La película con Ingrid fue la última que rodó. Fleming falleció de un ataque al corazón en 1949.

Howard Hughes, que por entonces cortejaba a Olivia de Havilland, trató de consolarla la noche de la sustitución de Cukor al frente de Gone With the Wind: "Todo saldrá bien. George y Victor tienen el mismo talento, sólo que el de Victor llega a través de un tamiz más basto".

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