Una de las creaciones más recordadas de Walter Plunkett para el vestuario de Lo que el viento se llevó es el vestido verde que Escarlata luce en su intento de conquistar a Rhett. La materia prima fueron las cortinas del salón de Tara y el resultado no puede ser más espectacular. Lástima que Escarlata y compañía se olvidaran de que el conjunto necesitaba unos guantes, porque Rhett no se deja engañar por el falso esplendor cuando unos delatores callos le indican que no todo iba bien en Tara.
La novela nos cuenta que, además de las cortinas, la mayor de las O'Hara se aderezó con el cuello de encaje de Irlanda prestado por Suellen, los zapatos de Carreen, un viejo sombrero de Melania forrado con la misma tela de las cortinas y decorado con las plumas verdes y negras del único gallo que quedaba en Tara, las arracadas de diamantes, y el mantón negro y un mitón de nutria de la tía Pitty.
Para la película, Plunkett se superó a sí mismo, si ello es posible. El color del vestido tenía que hacer juego con los ojos de Vivien Leigh y, al mismo tiempo, cumplir con las exigencias del Technicolor; además, debía dar la impresión de que el tejido había estado expuesto al sol, polvo y demás inclemencias, como correspondía a las cortinas y a una habitación que había sufrido los rigores de la guerra.
Para conocer los detalles de este vestido y mucho más, es muy útil el libro Gone With the Wind on Film: A Complete Reference, de Cynthia Marylee Molt, que recomendamos para los los expertos en corte y confección. Para no alarganos demasiado, digamos que el vestido es de terciopelo verde musgo en dos tonos; el cinturón combina el oro y el verde oscuro, igual que la sisa de la manga izquierda, y se basa en los cordones de las cortinas. El sombrero, de terciopelo verde más claro que el de la parte exterior de la falda, está decorado con dos patas de gallo bañadas en oro, una cascada de plumas negras y un cordón dorado.
La creación original de Plunkett y un réplica del vestido se encuentran actualmente en la Universidad de Texas en Austin.
¿Y las cortinas? No sabemos si se confeccionaron varios pares, pero uno de ellos salió a subasta en 1970, cuando la MGM se despojó de una enorme cantidad de decorados y piezas de utilería, y fue adquirido por los propietarios de Belvedere, una mansión en Galena, Illinois, donde todavía pueden verse, pues es una casa museo.
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viernes, 15 de febrero de 2008
El vestido verde de Escarlata
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