Además de otros 375 animales, en el rodaje de GWTW se emplearon 1.100 caballos, nos cuentan las crónicas, la mayoría aportados por los establos Hudkins y los establos de James Doyle, habituales proveedores para las películas. No es cosa de ponerse a enumerar todos y cada uno, claro, así que citaremos a los más famosos.
"Rebel" o "Anacacho Rebel", con el que Ashley parte para alistarse.
“Silver Chief”, el caballo de las películas del Llanero Solitario (pero no el mismo que el del famoso serial), es montado por Gerald en las primeras escenas de la película.
"Bobbie" el poney de Bonnie, en la ficción “Mr. Butler”.
El hermoso animal que monta Butler en sus paseos, todo un deportista que en el cine cambió su nombre de "Alexander Trigg" por el de "Black Chief".
El que roba Rhett para huir de Atlanta, al que en la película llama “Marse Robert”, quizá en alusión al General Lee, (“Don Roberto” en el doblaje al castellano); para este equino el equipo de producción realizó una búsqueda exhaustiva para encontrar el adecuado, ya que se necesitaba un animal que diera la impresión de flaqueza y agotamiento necesaria; se consiguió el caballo apropiado, pero cuando su presencia fue requerida se observó que durante su estancia en los estudios había sido cuidado con esmero, había ganado peso y ya no se le veían las costillas. No había tiempo para buscar un sustituto, así que el departamento de maquillaje se aplicó a la tarea para conseguir el efecto de desnutrición que pedía el guión. El dueño del caballo era Tracy Lane, actor y especialista, que durante el rodaje de "el incendio de Atlanta", estaba escondido en el carruaje dirigiendo al animal para que se levantara sobre sus cuartos traseros en los momentos precisos.
Los caballos del carruaje de Belle Watling en la secuencia en que se acerca a Escarlata y Melania cuando salen del hospital también cuentan con su anécdota. Era una noche fría y el rodaje era en exteriores y de madrugada. Las actrices desempeñaban a la perfección sus papeles, pero las vejigas de los caballos no, y hubo que repetir varias veces la toma, hasta superar la docena, puesto que los nobles brutos no podían impedir la micción cada vez que la cámara se ponía en funcionamiento.
Por cierto que esta fue una de las secuencias que tuvo que repetirse a lo largo de la producción: a principios de mayo de 1939 la dirigió Sam Wood y todo parecía satisfactorio, excepto el aspecto exuberante de Belle, que no obtendría el visto bueno de los censores. Volvió a rodarse una semana después con menos relleno y maquillaje para Ona Munson, pero tampoco le pareció aceptable a Selznick y sería Victor Fleming, el 2 de junio, quien dirigió la toma definitiva.
Una vida en secreto
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