El celebrado humor de Donald Ogden Stewart,
tan provechoso en otras ocasiones, acortó drásticamente su posición como
guionista de Lo que el viento se llevó, en los primeros días de 1939. Reclutado
como apoyo para Scott Fitzgerald y con la misión de pulir y aligerar las ya
vapuleadas frases en las que se llevaba trabajando desde finales de 1936,
Stewart se enzarzó en una discusión con Selznick, que no veía posible plasmar
en la pantalla la indicación de que tía Pitty “montara bullicio en la habitación”.
viernes, 30 de noviembre de 2018
Donald Ogden Stewart, guionista
lunes, 19 de noviembre de 2018
El aroma de Escarlata
Todavía no se ha programado la manera de que se huela durante la proyección de una película, completando así una serie de sentidos humanos; pero sí se ha hecho hincapié en los aromas que rodeaban a los actores cuando rodaban, como es el caso de Vivien Leigh, que durante años utilizó el perfume llamado Joy.
Gable hizo alusión a que Vivien olía a violetas, justo antes de ponerse ante las cámaras para los planos de Lo que el viento se llevó, pero lo más probable sería suponer que Leigh empleaba ya algunas gotas del perfume elaborado por Jean Patou y que se une a ella a lo largo de toda su vida.
Patou creó el perfume tras la crisis de 1929, con una combinación de flores de jazmín y rosas que llevó al goce a los compradores de tal esencia, formada por 10.000 ejemplares de jazmín y 28 docenas de rosas para regalarnos el 30 mililitros del recipiente habitual que alcanza así un precio elevado... pero satisfactorio para cualquier nariz a partir de 1935, cuando salió al mercado.
lunes, 12 de noviembre de 2018
Algunas subastas ventosas
lunes, 5 de noviembre de 2018
Una broma soviética
La participación de una agencia rusa en las irregularidades sufridas en las ceremonias de los Oscar ha sido una de las bromas más extendidas en la historia del cine.
Aunque la última patraña referente a la acción de las tropas rojas se refiere a La ciudad de las estrellas (La La Land)) como ganadora del premio a la mejor película hace un par de años, las fechas de la actuación de la Inteligencia Rusa se colocan muchos años atrás, concretamente en 1940... cuando Lo que el viento se llevó venció con holgura en la entrega de los premios.
Según cuenta la leyenda, el encargado de los asuntos exteriores bajo el mando de Stalin hizo notar que la ganadora de aquella fecha iba a ser La diligencia, una celebración del americano típico que debería evitarse con el mensaje de otra película diferente y que evitara la admiración hacia Estados Unidos. Entre las candidatas se jugó con Caballero sin espada (Mr. Smith Goes to Washington), firmada por Frank Capra y que, según los rusos, pregonaba la corrupción que se manejaba en la política americana, o Lo que el viento se llevó, que defendía la esclavitud como modelo de sociedad.
Stalin, al frente del gobierno, se decantó por la película que firmaba Victor Fleming, y los operarios encargados de modificar la votación para que Gone With the Wind venciera con holgura se llevaron la bronca del jefe de gobierno por haber sobrepasado el número de estatuillas habitual y temer que se sospechara del trabajo soviético en estas labores.
jueves, 1 de noviembre de 2018
Productor meticuloso
El productor de revistas de Broadway F. Ziegfeld
hacía vestir a sus coristas con enaguas de encajes importados, a sabiendas de
que el público jamás vería ni un centímetro de ellas, pero consciente de que