Mickey Kuhn recuerda dos importantes secuencias con él que presentaron pequeños problemas al rodarse.
No tenía más que decir "Hola, tío Rhett", cuando Gable hacía su aparición en la escena para saludar a los niños, pero le resultó inevitable saludarle con un "Hola, tío Clark", que fastidió las tres primeras tomas. El chiquillo se temía la reprimenda por parte del director, Fleming, y de su madre, pero el actor se lo llevó a una esquina y le dijo: "Tienes razón: mi nombre es Clark. Pero, hoy, en esta película me llamo Rhett." La cuarta toma salió perfecta.
La toma restante tenía que ver con el dolor del pequeño ante la muerte de su madre, Melanie, y el director recurrió a la sugerencia de que pensase en la posible muerte de su madre verdadera y en la de su perro. Como Mickey lloró de manera conveniente en la primera toma, el director quiso contentarle haciendo lo que el crío deseara: darle un golpe, en esta ocasión. La escena fue plasmada por un fotógrafo y repartida entre los admiradores de Mickey Kuhn.
lunes, 17 de junio de 2013
Dos secuencias para un intérprete
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