Cuando un actor se deja llevar por el personaje pueden producirse situaciones bastante incómodas, aunque normalmente no se llega a los extremos de Anthony John en A Double Life (Doble vida, 1947)...
Durante el rodaje de Lo que el viento se llevó la despiadada Escarlata se apoderó por unos momentos de Vivien Leigh, y Evelyn Keyes se llevó la peor parte: en la escena en la que la mayor de las O’Hara abofetea a Suellen, el cachete fue tan real que Keyes recordaba que “mi mejilla llevó la huella de los dedos de Vivien Leigh toda la tarde”.
Pero los nervios a flor de piel de aquellos meses acabaron por desaparecer. Años después, cuando Vivien estaba de vuelta en Estados Unidos para aparecer en Un tranvía llamado deseo, coincidió en una fiesta con Evelyn, que no esperaba que la actriz inglesa se acordara de aquella jovencita que había compartido algunos planos con ella. Sin embargo, antes de que Keyes se presentara a sí misma, Leigh le dijo: “Siento que tuviera que abofetearte tan fuerte”.
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