En agosto de 1939, en pleno rodaje de Gone With the Wind, confirmaban que se había seguido la norma de no utilizar objetos o vestidos datados en el siglo XX... con una excepción:
W.W. Ferguson, que trabajaba para la Selznick International Pictures, señaló, muy convencido: "The only things modern were the horses, but then a horse’s face hasn’t changed much in the past 75 years".
"Las únicas cosas modernas han sido los caballos, pero un rostro de caballo no ha cambiado demasiado en los últimos 75 años".
lunes, 28 de mayo de 2018
Fieles al tiempo
martes, 22 de mayo de 2018
A la cabeza de la lista de cien
No podía ser de otra manera: Escarlata O'Hara encabeza la lista de los cien más recordados personajes cinematográficos que ha llevado a cabo Fotogramas.
Eso sí, está muy bien acompañada, tanto por gente como por animales, protagonistas de historia antigua y narraciones contemporáneas inolvidables para los espectadores: Robin de los bosques, King Kong, el ciudadano Kane, Tarzán de los monos, Rick Blaine, Gilda, Dorothy... inician una relación centenaria.
martes, 15 de mayo de 2018
Lee Phelps, encargado del bar
lunes, 7 de mayo de 2018
La belleza en lo imperfecto
Encontramos a Escarlata O'Hara en la lista que ha escogido la autora de este artículo como heroínas literarias dignas de ser recordadas.
Señala Madeleine Coyne que a veces se encuentra más belleza en las relaciones fallidas y las dificultades humanas que en los finales perfectos y felices, porque son hechos reales. En esas ficciones escogidas, se hallan ejemplos de esperanza, gracia y belleza a través del difícil recorrido por la vida. Cada una de esas protagonistas es trágica e imperfecta a su manera, pero a través de la historia de cada una, el lector puede encontrar una valiosa lección sobre la vida y el amor.
Anna Karenina, Sonya Marmeladov, Hester Prynne y Kristin Lavransdatter acompañan a Scarlett O'Hara en la lectura recomendada.
De la protagonista de Gone with the Wind señala Coyne que hay algo mágico a su alrededor. Se trata de un personaje complejo, pero también muy sencillo. Desea ser deseada, y es la mujer más difícil y decidida que se ha encontrado en una novela. No desea excusar o glorificar mucho de su comportamiento, pero no puede evitar sentir lástima por ella en ciertas ocasiones. Escarlata es completamente mimada como una niña, lo que hace las cosas más difíciles para ella cuando se enfrenta con problemas verdaderos durante la guerra. Al final su determinación constituye su mayor debilidad, pero también su mayor fuerza. Uno se pone de su parte cuando ella deja atrás su pasado y aprende como desprenderse de él.
Como escribió Margaret Mitchell, Escarlata se dio cuenta de que no podía seguir adelante con un cargamento de dolorosos recuerdos... Por lo tanto, no hay un final feliz en la novela, pero es mejor precisamente por ello. Escarlata consigue lo que pide, e incluso aunque no deje al lector completamente satisfecho, uno sabe que ella va a estar bien. "¡Después de todo, mañana será otro día!".