En “Memorias de la sangre sin estatuto. 1957-2007”, de José Manuel López Blay.
Leemos en la página 46: “Tápame, tápame:…” Mi madre tenía la mirada melancólica de Olivia de Havilland. A ella le gustaba que yo se lo dijera, porque le recordaba las palabras del acomodador del cine El Porvenir. Tienes los mismos ojos de la señorita Melanie Hamilton, le dijo una noche de sábado en la que pasaban Lo que el viento se llevó.”
2 comentarios:
Buen piropo...de verdad
Por cierto mi hermano. Uno de mis textos obtuvo Mención Honorífica en un concurso de Ecuador. Lo acabo de colgar en tigrero ¿Puedes pasar y lelerlo?
Publicar un comentario