A lo largo de los años 90 del siglo XX una de las estrellas principales fue Winona Ryder, que conservó su calidad como actriz y como "chica guapa" a lo largo de las décadas siguientes.
Aparte de apreciar su buen trabajo, hay que aplaudir su habilidad para adquirir posesiones de clásicos cinematográficos. Se nos indica que Winona cuenta en su inventario con tambores bongo que fueron de Louis Armstrong, perfectos para acompañar un pase de modelos que incluye una chaqueta que lució Russ Tamblyn en West Side Story (1961), un vestido que llevó Leslie Caron en An American in Paris, otro traje de Claudette Colbert de It Happened One Night, una blusa que lució Olivia de Havilland en Gone with the Wind y una colección de los bikinis que llevó Sandra Dee en las películas en las que encarnaba a Tammy.
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