Parece que Escarlata y Rhett no estaban solos en el saloncito de casa de tía Pitty durante la secuencia del “sombrero de París”. Un duende juguetón (probablemente irlandés) se dedicó a escamotear varios objetos que tenían que estar tras Rhett en el momento en que Escarlata dice: “Pero tampoco voy a besarle en pago del sombrero” y que vuelven a aparecer mágicamente en su sitio al plano siguiente desde ese mismo tiro de cámara, tras aquello de “debería ser besada a menudo y por alguien que sepa hacerlo”.
Momentos antes, cuando Rhett afirma que no tiene intención de casarse, podemos ver sobre el escritorio/librería de roble, entre las dos ventanas, un par de figuritas pastoriles, un reloj de porcelana con apliques dorados y sendos bustos de María Antonieta y Luis XVI; todos se esfuman luego durante unos segundos revolucionarios.
Como el sombrero verde con el que Rhett tienta a la viuda Hamilton venía de París, la continuidad le rinde un involuntario homenaje a la caída de la monarquía en Francia, aunque en la época en que transcurre Lo que el viento se llevó Napoleón III ocupaba el trono como emperador.
Pero en los platós de GWTW sólo había un “rey”…
miércoles, 23 de abril de 2008
A la caza del gazapo (XI)
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