Para los anglosajones, franceses e italianos, el 1 de abril es el equivalente del Día de los Inocentes, que en España se celebra el 28 de diciembre. Las bromas (ligeras y pesadas) abundan a lo largo de la jornada.
Podría pensarse que en un rodaje tan complicado y lleno de tensiones como el de Lo que el viento se llevó no hubo lugar para diversiones, pero ya hemos visto que no fue así cuando contábamos la apuesta que Fleming hizo sobre Gable y las escaleras. Y hay, por supuesto, otros muchos ejemplos de buen humor delante y detrás de las cámaras durante los largos meses de preparación, filmación y posproducción de la película, que equilibran la balanza, junto con los momentos tensos, que también los hubo.
Si a los operadores de cámara se les ocurrió un día esconder fulminates (triquitraques) bajo los tableros que iban a clavarse y cuando sonaban las pequeñas explosiones los encargados de los decorados exclamaban: “¡Que vienen los yanquis”!, no es de extrañar que el 1 de abril hubiera algo preparado.
Otra vez fue Clark Gable el objeto de la broma más famosa de ese día. Le tocaba levantar a Olivia de Havilland, la débil Melania, para bajar las escaleras de casa de Pitty. Pan comido para el gigantesco Gable… hasta que se puso a la tarea y comprobó que la actriz pesaba más de lo esperado. “¿Peso mucho?”, preguntó Olivia, con toda la inocencia propia de su personaje y de la actriz que es, pero probablemente con un brillo travieso en sus ojos. Clark apenas podía levantarla.
Gable se volvió hacia los técnicos, que apenas podian contener la risa, y les preguntó, sonriendo también, si la habían clavado al suelo. Cuando Olivia se incorporó, cayeron al suelo varias pesas, de más de 13 kilos cada una, que habían envuelto en la manta que la cubría.
martes, 1 de abril de 2008
Una pesada carga para Rhett
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