Hoy toca reparto de estatuillas doradas y la Academia se viste de gala una vez más. Es la noche de los Oscar.
Habrá algunos premios “cantados” y algunas sorpresas, tal y como ocurrió en 1940, el año en que compitió Lo que el viento se llevó.
En esa ocasión, aun con una cosecha de películas y actuaciones memorables, se daba por descontado que Vivien Leigh conseguiría el Oscar, como así fue, y que Gable se llevaría su segundo galardón; pero ahí saltó una de las sorpresas de la noche: Robert Donat fue premiado por su magnífica interpretación en Goodbye Mr. Chips (en especial por saber envejecer dignamente a lo largo del metraje).
No es que a Gable le preocupara demasiado, ya estaba contento con el reconocimiento de sus pares años atrás, pero fue una de las gotas que colmó su vaso en cuanto a sus relaciones con la MGM y con Selznick en especial, pues no se sintió apoyado por los estudios que le habían utilizado como un peón.
Tenía algo de razón: la Metro decidió respaldar a Donat en Adiós Mr. Chips porque era una cinta de la casa y no iban a pedir el voto para Gable en una producción ajena.
Al terminar la ceremonia y camino ya de la fiesta de celebración, Selznick le echó un fenomenal rapapolvo a Russell Birdwell, que había estado a cargo de la publicidad previa a la entrega de los premios:
“No sé por qué no nos llevamos el Oscar al mejor actor para Gable. Lo has dejado escapar; te equivocaste de campaña, porque de otro modo Gable lo hubiera tenido seguro”.
Birdwell, que normalmente no conocía límites en sus campañas publicitarias y se había dejado la piel en promocionar Gone With the Wind (¡que se había llevado 8 Oscar y varios premios especiales!), se sintió muy dolido y tardó en volver por el estudio, hasta que Selznick recapacitó y se disculpó:
“Me porté como un cerdo. Trabajé tanto y esperé tanto… Me volví avaricioso y lo quería todo.”
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Hace 3 horas
2 comentarios:
Bueno, hay que recordar la "carrerita" que se marcaron Jack Warner y Hal B. Wallis cuando el Oscar a Casablanca. En aquella ocasión Wallis terminó primero en el escenario, y de paso en la p*** calle.
Lo de "saber envejecer", ¿no irá con segundas...? Y eso me recuerda que ya hace muchísimos años que no veo esa excelente película.
Un saludo cinéfilo.
Je, en esto de los Oscar, hasta los más cínicos tienen su corazoncito: véase la zancadilla de Wilder a McCarey...
Pues no era intencionada la referencia a la película con más candidaturas para los premios que se entregan dentro de unas horas. No había caído, y eso que Fitzgerald es amigo de esta casa...
Seguro que nos tienen preparada una recopilación de "envejecimientos en el cine" (que los ha habido muy convincentes y también horrendos).
Saludos
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