No sabemos si el equipo de Lo que el viento se llevó la pidió prestada o la confeccionó para la ocasión, pero sí parece que una de las lámparas de cristal tallado que adornaban el vestíbulo de Doce Robles sobrevivió al rodaje y al posterior desmantelamiento del decorado y no está ni mucho menos jubilada aunque tenga ahora su domicilio en Florida; se encuentra en la Sarasota Opera House, donde puede admirarse después de la remodelación de casi un año que experimentó el edificio entre 2007 y 2008. No hemos podido encontrar todavía una fotografía de la lámpara en su nueva ubicación, pero sí una que la muestra en su antiguo lugar, antes de las obras que suprimieron el techo del que colgaba para recuperar el diseño original (la foto está tomada del blog que detalla las obras en el edificio):
Pero antes de irse a la ópera, la lámpara que daba lustre a la vivienda de los Wilkes antes de que la mansión quedara destruida por la guerra pasó unos años en otra casa, justo al lado del Golfo, que había sido adquirida por la propietaria del Washington Post, Cissy Patterson, que fletó un avión para acudir con sus invitados al estreno en Atlanta en 1939; tras su muerte en 1948, la mansión se vendió y, aunque su hija dispuso del mobiliario, parece que la lámpara se quedó un par de décadas más en el edificio, hasta que uno de los sucesivos propietarios la donó a la Ópera.
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